El abogado del duque defiende su inocencia y dice que no hay acusación en firmemadrid. El Rey demostró ayer que no está dispuesto a permanecer impasible ante los turbios negocios de su yerno, Iñaki Urdangarín, a un paso de ser imputado por presunto engaño a la Administración, evasión de capitales y, previsiblemente también, fraude fiscal. Rafael Spottorno, el nuevo jefe de la Casa del Rey, se mostró ayer contundente en un desayuno informativo con los medios de comunicación. Tras reconocer que el comportamiento del duque de Palma "no parece ejemplar", anunció que queda apartado de todos los actos oficiales de la familia. Ha sido decisión del Rey, aunque Spottorno manifestó que "ha sido tomada de mutuo acuerdo" con Urdangarín, que lógicamente no podía oponerse. Para el jefe de la Casa de Rey, las múltiples filtraciones a los medios de comunicación son "confusas", pero "suficientemente ilustrativas" de que la actitud de Urdangarín no se corresponde con lo que se espera de la Corona. El pasado fin de semana, Urdangarín leyó ya un comunicado desde Washington a la Agencia Efe en el que lamentaba profundamente el perjuicio que las informaciones y comentarios sobre él estaban causando a la imagen de su familia y de la Casa del Rey, "que nada tienen que ver", según dijo, con sus actividades privadas. Menos presencia pública La cuestión está en saber ahora, en cualquier caso, si la Infanta Cristina, que formaba también parte del equipo directivo del Instituto Nóos y que comparte además la propiedad de una de las sociedades investigadas la Fiscalía Anticorrupción -Aizoon- correrá la misma suerte. "Ya veremos", respondió Spottorno ante las preguntas de los periodistas. La Casa Real considera que en este caso su papel tiene otra dimensión y está dispuesto a defenderla. Aunque pese a las especulaciones de la semana pasada, Zarzuela ha descartado que las Infantas vayan a dejar de pertenecer a la Familia Real, Spottorno sí que reconoció que "el espectro de las personas" que la conforman irá reduciendo poco a poco su participación en actividades públicas. En el registro civil de la Familia Real siguen inscritos, al menos por ahora, los Reyes, los Príncipes, las Infantas Leonor y Sofía, la Infanta Elena y sus hijos y los duques de Palma y los suyos. La decisión de la Casa Real se conoció poco después de que el nuevo abogado y portavoz de Iñaki Urdangarín, Mario Pascual Vives, saliera en su defensa. "Él tiene clara su sensación de plena inocencia, no hay que reiterarlo", aseguró en declaraciones a Onda Cero. Críticas a los medios Pascual puso en duda la información que está saliendo en los medios de comunicación e insistió una y otra vez en que no hay ninguna acusación en firme contra el yerno del Rey. "No sé si es cierta la información que se está publicando, si se ha obtenido de forma veraz o si está contaminada, porque es una documentación que no podía salir a la luz pública", indicó. Según su abogado, el duque de Palma, que viajará en Navidad junto a la Infanta y sus hijos a España, "está preocupado, apesadumbrado y un poco indignado". Aunque eso sí, "es una persona fuerte e íntegra". El problema de Urdangarín es que, dada la evidencia de las pruebas en poder de la Fiscalía Anticorrupción y la Agencia Tributaria, su imputación parece cuestión no de semanas, sino de días, según confirman distintas fuentes jurídicas relacionadas con el caso. Y por si fuera poco, tal y como publicó ayer elEconomista, prácticamente todos los directivos y empleados tanto del Instituto Nóos que él presidía, como de la red de empresas creadas a su alrededor, coinciden en señalarle como el máximo responsable de la presunta trama de corrupción. Urdangarín y su socio, Diego Torres, habrían acumulado en conjunto un patrimonio de entre 15 y 16 millones de euros gracias a contratos con Gobiernos autonómicos, ayuntamientos, diputaciones, empresas e instituciones privadas. Parte de ello se habría desviado después a paraísos fiscales, fundamental- mente a Belice, pero también a otros relacionados con el Reino Unido.