Las necesidades son de 26.000 millones en nuestro país, que bajan a 15.000 millones con convertibles La deuda soberana periférica lastra al sector germano, que tienen que captar 13.100 millonesmadrid. El nuevo cálculo, y definitivo, sobre las necesidades de capital de la banca realizado por la Autoridad Europea Bancaria (EBA) ha tenido un claro perjudicado. Sorprendentemente para la mayoría de los expertos y del sector, las entidades afectadas son las alemanas, en buena parte por debilidad de una de ellas, el Commerzbank. El supervisor comunitario ofrecía ayer los datos actualizados al mes de septiembre. En conjunto requieren de 114.700 millones para elevar su ratio de capital al 9 por ciento, tras contabilizar una devaluación de la cartera de deuda soberana en los países periféricos y los créditos a la administración pública. El dato es 8.000 millones superior a la aportada en octubre, que era provisional y con números del pasado junio. Los cinco grandes grupos españoles mantienen el déficit, con un leve repunte de 10 millones de euros. El Santander, BBVA, Bankia, La Caixa y el Popular tendrán que captar 26.170 millones antes de finales del próximo semestre. Pero, si se tienen en cuentan los más de 9.000 millones de bonos convertibles en acciones, esta cantidad desciende a los 15.000 millones. Mientras La Caixa mantiene las nece- sidades en 730 millones y BBVA las rebaja en 758 millones, las trees restantes las aumentan moderadamente. En concreto, Banco Santander sube a 15.302 millones, aunque si se contemplan los bonos los bonos convertibles, el dinero que tiene que conseguir asciende tan solo a 5.224 millones. A través de distintas operaciones, como ventas de filiales y participaciones y canjes de deuda por acciones, ya ha cubierto prácticamente el 80 por ciento de este agujero. BBVA, el más beneficiado BBVA es el que más se ha beneficiado de la actualización de estos test de estrés, ya que ha bajado el déficit a 6.329 millones. Con la conversión de los bonos por títulos, la entidad ha cubierto el 55 por ciento. El resto, como en sus competidores, provendrá de la mejorar la gestión de activos y la optimización de los modelos de riesgos, además de por la generación de beneficios en los próximos trimestres. El Popular y Bankia lo aumentan, principalmente por el incremento de la devaluación en la cartera de deuda (ver gráfico). El primero precisará de 2.581 millones, de los que 1.200 los obtendrá del adelanto a primavera -una vez finalice la compra del Pastor en febrero-, de los bonos convertibles. El segundo, por su parte, tiene que captar 1.329 millones. La entidad explicó en un comunicado que no tendrá que hacer petición de ayudas públicas para afrontar este reto y que lo hará a través de planes internos que presentará el próximo 20 de enero ante las autoridades nacionales. En la actualidad prepara los ejes de este proyecto. El mensaje de Bankia va en consonancia con el lanzado por el Banco de España, que expresó su confianza en que ningún grupo de nuestro país tendrá que acudir a los fondos del Estado para recapitalizarse. El grueso de las mayores necesidades en las entidades, como en el resto de Europa, se deben a la devaluación de las cotizaciones de deuda soberana de los países periféricos entre junio y septiembre. Esta es la principal razón por la que el sector alemán ha más que duplicado, de los 5.100 a los 13.100 millones. Su exposición a Italia y Grecia, principalmente, han socavado la resistencia esperada de sus seis entidades examinadas, especialmente Commerzbank. El agujero de esta entidad, debido a su filial Eurohypo, ha pasado de 2.900 a 5.300 millones. Deutsche Bank, por su parte, precisa de 3.239 millones. Los datos de la EBA han sentado mal en Alemania, donde la patronal de la banca consideró que los test de estrés han perdido credibilidad, al considerar que estas pruebas de capital son "arbitrarias" y "no ayudan" a estabilizar a los mercados financieros. "Es muy difícil de entender la arbitrariedad en las exigencias de un 9 por ciento de capital de calidad y al mismo tiempo tener en cuenta los riesgos de las carteras de deuda europea", explicó ayer su director general. En los últimos meses, las críticas en otros países han sido lanzadas principalmente hacia Alemania, porque salía beneficiada. Pero los tiempos han cambiado.