Cuando las cosas se ponen difíciles, mejor tener un as guardado en la manga por lo que pueda pasar. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola , lo tiene y se trata de las cajas de ahorros que, aunque con participaciones minoritarias, pueden hacer valer su posición en el capital de la eléctrica. Buena muestra del apoyo es que cuatro de las cajas que tienen su trozo en el pastel han aumentado de sus participaciones ante el acecho una operación non grata sobre la eléctrica: Unicaja, Caja Castilla La Mancha, Caja Duero y Caja Murcia, que en conjunto, se han hecho con un 0,6 por ciento más del accionariado de Iberdrola .Estas cuatro cajas han adquirido casi 30 millones de títulos (29,9 millones de títulos), que a precio de mercado actual, rozarían los 295 millones de euros. No obstante hay que recordar que buena parte de estas adquisiciones se habrán hecho durante los días en los que la cotización de Iberdrola era mucho más baja, por lo que la factura final habrá sido también notablemente más reducida. Concretamente, las que más han hecho valer su apuesta por Iberdrola han sido Unicaja y Caja Duero. La primera roza el 2 por ciento con su 1,8 por ciento frente al 1,6 que controlaba hace unos meses, mientras que la segunda está a punto de alcanzar el 1 por ciento con una participación del 0,96 por ciento.De este modo, las cajas de ahorros, sin contar a los pesos pesados BBK y Bancaja (segundo y tercer accionista de la compañía, respectivamente), tienen en su poder alrededor del 6,29 por ciento de la compañía, lo que se traduce en la nada desdeñable cantidad de 314,1 millones de títulos que harían valer su peso en caso necesario. Unas acciones que se reparten, además de entre las cuatro que han aumentado su parte, entre el resto de las cajas castellanas, Caja Extremadura, Caja Vital y Sodena, filial de Caja Navarra.Apoyo a GalánPero además de ir comprando títulos, las cajas también han manifestado su apoyo firme a la gestión de Sánchez Galán. Precisamente, ayer llegaban más respaldos a la compañía desde la Federación de Cajas de Ahorros de Castilla y León, que tienen en sus manos un 1,91 por ciento del capital y cuya presidencia ostenta, a día de hoy, la Caja Círculo de Burgos. Desde la federación destacaban ayer en un comunicado "el buen momento que atraviesa la compañía", al tiempo que defendían la "españolidad de Iberdrola y en general, del patriotismo económico de nuestras empresas, como sucede en el resto de países de la Unión Europea".La sombra de las minusvalíasY mientras las cajas aprovechaban el bajón de la bolsa, cuando las accciones de Iberdrola llegaron a cotizar a 7,55 euros, en los pasillos de ACS paseaba la preocupación por las minusvalías creadas en sus participaciones derivadas a causa de la crisis bursátil.El grupo de construcción controla, además del 7,7 por ciento de su participación directa, un 5,2 por ciento a través de derivados. Estos títulos se adquirieron a un precio medio de 9,29 euros por acción, por lo que en los momentos críticos de la cotización de la eléctrica las minusvalías de ACS rozaron los 678 millones de euros. Esto, teniendo en cuenta que por cada euro que bajen los títulos, los de Florentino Pérez sufren un impacto negativo de unos 259 millones de euros. No obstante, con la recuperación de la cotización al calor de los rumores de compra por parte de EDF, sus títulos han vuelto a la normalidad y en ACS, por lo tanto, pueden volver a respirar tranquilos.