La Asamblea Nacional da vía libre al impuesto para los más ricosmadrid. En el marco de un proyecto de ley relativo al salvamento de la entidad franco-belga Dexia, el Parlamento francés aprobó ayer que los directivos de los bancos que estén recibiendo ayudas del Estado no podrán gozar de ninguna prima o remuneración variable. Una comisión mixta paritaria compuesta por siete senadores y siete diputados consensuó la propuesta de la comisión de Finanzas del Senado aprobada el miércoles por la noche, que autoriza las garantías del Estado francés a Dexia, "a condición de que se establezcan contrapartidas a los bancos cuando se beneficien de apoyo financiero estatal". En el proyecto de ley, que rectifica los Presupuestos de 2011, se inscribe el principio de responsabilidad para los directivos de los bancos, que no figuraba en el proyecto inicial del Gobierno. "Estamos de acuerdo sobre el fondo", declaró en el Senado el ministro de Economía, François Baroin, no sin sugerir que el dispositivo se fije en un decreto gubernamental, y no en la legislación. También ayer, la Asamblea Nacional aprobó un impuesto especial sobre los contribuyentes más ricos, una medida para mantener encarrilado el déficit fiscal. Tras alcanzarse un acuerdo la semana pasada entre el Gobierno conservador de Nicolas Sarkozy y los legisladores de oposición, en la madrugada del jueves los legisladores votaron finalmente el impuesto. Así, aquellos ciudadanos con ingresos anuales entre 250.000 y 500.000 euros tendrán que pagar un impuesto adicional del 3 por ciento. La tasa extra para la gente con ingresos superiores a los 500.000 euros será del 4 por ciento. "Cuando uno es realmente rico, uno tiene más ingresos que los de su trabajo. Este impuesto es más poderoso, recaudará más y es más justo porque cubre aquellos ingresos extras que tienen los grandes ejecutivos y los hogares ricos", declaró la ministra de Presupuesto, Valerie Pecresse.