La Comisión de Transporte no liberalizará las tarifas del aeródromo londinensemadrid. No ha podido ser. Ferrovial confiaba en que las autoridades británicas rompieran las cadenas del aeropuerto de Stansted, el tercer aeródromo de Londres, y dejaran a la compañía española fijar libremente las tarifas. Pero sus esperanzas han caído en saco roto. Ayer, Ruth Kelly, la secretaria de Transporte de Reino Unido, lanzó un jarro de agua fría sobre la cotización de Ferrovial, al sentenciar que Stansted siga sometido al régimen regulatorio de la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA). El principal motivo que alegó para tomar esta decisión fue la saturación de los aeropuertos al sudeste del país. Un colapso que podría poner en peligro, según Kelly, la calidad de servicios de los pasajeros si no están controlados por el Estado. La bolsa penalizó los títulos de la constructora con una caída del 6,25 por ciento, la cuarta mayor del índice Ibex 35, hasta cerrar en 43,18 euros por acción. La compañía presidida por Rafael del Pino, en cambio, prefirió ser diplomática y mantuvo su réplica en tierra de nadie. Por boca de su filial aeroportuaria BAA (dueña directa de Stansted), la constructora siguió defendiendo la desregulación, pero aplaudió el enfoque de Kelly, porque "refleja que el asunto clave al que tienen que hacer frente nuestros aeropuertos del sudeste de Inglaterra es la falta de capacidad". La constructora también aplaudió el apoyo gubernamental a construir una segunda pista en Stansted y el interés por abrir una tercera en Heathrow, también propiedad de Ferrovial, principal interesada en levantar estas infraestructuras, ya que le permitirán ampliar la capacidad de los aeropuertos y, por tanto, sus fuentes de ingresos. Pero antes de jugar esos partidos, la compañía debe conseguir clasificarse para el campeonato y, por el momento, ya ha perdido uno de los dos partidos clave. El otro lo jugará el próximo marzo, cuando la CAA emitirá su dictamen definitivo sobre las tarifas y el coste de capital de Heathrow y Gatwick. Unos números que determinarán la rentabilidad del grupo. Primero, porque marcarán la hoja de ruta de Heathrow, que aporta el 70% del negocio de la filial aeroportuaria; y segundo, porque el coste de capital que se termine marcando determinará la refinanciación de la deuda de Ferrovial, que asciende a 31.000 millones de euros.