La láctea lleva a cabo esta semana la segunda reducción desde que se inició el añomadrid. ¡Por fin! Llega la primera tregua para los consumidores ante la fuerte subida que ha experimentado en los últimos meses el precio de la cesta de la compra. La iniciativa la han tomado dos empresas líderes en sus respetivos mercados, Leche Pascual y el grupo SOS, pero podría propiciar un efecto en cadena. El caso más llamativo es el de la láctea burgalesa, que llevará a cabo esta semana la segunda rebaja dede precios en apenas 15 días. La primera la comunicó nada más comenzar el año a las empresas de distribución: reducía sus precios para que el precio del litro de leche pudiera situarse a 99 céntimos de euro, seis menos respecto a lo que costaba en la mayoría de estable- cimientos a finales de diciembre. Y desde mañana mismo llega la segunda. En esta ocasión, en forma de promoción para que cada vez que alguien compre una caja de leche, el litro le cueste 95 céntimos. "Sabemos que es una decisión arriesgada porque aunque los precios en origen han caído ligeramente, no lo han hecho tanto", reconoce Javier de la Gándara, director general comercial del grupo Leche Pascual. "Hemos sacrificado los márgenes, pero entendemos que si el coste cae debemos bajar los precios, al igual que antes los habíamos subido. No puede haber una inflación artificial", insiste. Eso sí, aunque no ha pasado todavía, Pascual advierte a la distribución que sí ha rebajado su factura es para que lo traslade al consumidor y no para que eleve sus márgenes. Posible efecto en cadena De la Gándara reconoce que la decisión puede provocar que su competencia adopte una decisión similar, lo que redundará en beneficio de los consumidores. Y deja claro que, frente a la primera bajada, que fue una decisión estructural, "lo que haremos esta semana es un acto promocional, que permitirá también bajar los precios, pero sólo en determinadas cadenas, con las que habíamos pactado ya previamente". La iniciativa de Leche Pascual supone un respiro para los consumidores, pero también para el Gobierno ante la fuerte escalada del precio de los alimentos. Y, especialmente, de la leche, que se encareció casi un 26 por ciento en el último año. El nuevo año se presenta también con una rebaja del precio de Carbonell, la marca de aceite más vendida no sólo en España sino en todo el mundo. "Los precios en origen se han reducido y a finales de diciembre comunicamos a la distribución una reducción de 20 céntimos por litro para que cada uno actúe en consecuencia", explicó un portavoz del grupo SOS, propietario de la marca. El aceite de oliva había experimentado una fuerte subida en 2006 y el año pasado había bajado empezado ya a bajar en origen, lo que facilita ahora que el consumidor puede adquirirla algo más barata. Sin embargo, habrá que esperar todavía para que baje también el aceite de girasol, el alimento que más se ha encarecido en 2007 como consecuencia del aumento de los precios de las materias primas, un 33,74 por ciento. Satisfacción en el Gobierno En las últimas semanas se ha extendido en el mercado el rumor de que el Gobierno podría haber estado pidiendo a las empresas alimentarias que intentaran contener sus precios para contribuir a frenar la inflacción. Sin embargo, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), la patronal que defiende los intereses de las empresas del sector, lo niega. "No ha habido ninguna petición en este sentido", asegura la asociación. Ello no quita que tanto la decisión de Leche Pascual como la del grupo SOS provoque una gran satisfacción en el Gobierno, sobre todo a menos de dos meses para las elecciones generales y con la inflación por las nubes. Satisfacción y aplausos entre los consumidores, que empiezan a respirar.