Merkel y Sarkozy abogan por que el FMI participe en la recapitalización del sector junto a organismos europeosBerlín. "Estamos completamente de acuerdo en que haremos todo lo necesario para garantizar la recapitalización de los bancos". Prácticamente con esta declaración de intenciones abría ayer la rueda de prensa Angela Merkel, tras haber recibido a su homólogo francés en Berlín. Los dos principales ingenieros de caminos en la eurozona volvían a reunirse una vez más, con el fin de preparar la próxima cita del Consejo Europeo, del 17 y 18 de octubre en Bruselas, y la cumbre del G-20 del 3 y 4 de noviembre en Cannes. Aunque menos concretos que en otras ocasiones, parece que por fin los mandatarios han conseguido llegar a un acuerdo, al menos en lo que respecta a salvar a la banca, el principal tema de conversación estos días. París y Berlín "tienen un compromiso conjunto", destacaba Nicolas Sarkozy, para quien el acuerdo es "absoluto". También parecen serlo las condiciones, pues ambos líderes rechazaron firmemente que las ayudas financieras para recapitalizar a las instituciones crediticias no saldrán del fondo europeo de estabilidad financiera (EFSF, por sus siglas en inglés), sino de los organismos europeos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que participarán en todo el proceso. "El EFSF sólo se empleará como último recurso", insistía la canciller alemana, quien vuelve a salirse en cierto modo con la suya, pues se oponía desde el principio a una segunda ampliación del EFSF y a su uso para salvar la banca (al contrario que Sarkozy, que lo apoyaba). Mientras al cierre de esta edición París esperaba los resultados de las primeras elecciones primarias de su historia, el presidente francés intentaba acaparar los telediarios del día siguiente con su actuación en Berlín para salvar la eurozona. "Europa tiene que resolver sus problemas antes del G-20", fecha en que los dos jefes de Estado planean presentar en Cannes una "solución global, duradera y rápida" contra la crisis, que irá acompañada por una "nueva visión" para Europa. Una solución que vendrá de la mano de un paquete conjunto de medidas en el que trabajarán de aquí a finales de mes. "Hoy no queremos entrar en detalles", insistía Merkel. Reformar los Tratados de la UE No obstante, los líderes se plantean una reforma de los Tratados constitutivos de la UE, que pase por "importantes modificaciones", con el fin de asegurar que todos los Estados miembros trabajan sobre los mismos criterios. Ello fomentaría la coordinación de las políticas económicas y fiscales. "Para que la estabilidad que se deriva del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión sea verdadera", apostó la dama de hierro. Asimismo, y en un momento muy delicado en el que vuelven los rumores en el Eurogrupo sobre una posible quiebra ordenada de Grecia, Merkel y Sarkozy defendieron que "Grecia forma parte de la eurozona", y así será en el futuro. Al tiempo exigieron a los países que faltan a una "pronta ratificación" de la reforma del EFSF. Pese a que aún falta por determinar las guías maestras del fondo de rescate europeo (con capacidad efectiva de préstamo de hasta 440.000 millones de euros y 700.000 millones en garantías), se mostraron optimistas y confían en que el Parlamento eslovaco hará lo propio este martes, para dar vía libre a su contribución.