Si el colectivo de pilotos agrupados en el Sepla hace realidad su amenaza de poner en marcha una huelga tras el anuncio de la creación de la nueva low cost de Iberia se van a poner en contra a la opinión pública. Hay varios factores que no se dieron en julio de 2006, la última vez que amenazaron con realizar paros, conflicto que tras varios días de movilizaciones acabó resolviéndose con la mediación de Magdalena Álvarez, la por aquel entonces ministra de Fomento. Aunque la compañía estimó unos costes de 15 millones de euros de pérdidas por la cancelación de 700 vuelos estamos hablando del verano de 2006, cuando todavía no había estallado la crisis. Ese será precisamente el gran problema en contra que se encontrará el colectivo dirigido por Justo Peral. En plena recesión económica, un parón de esas características podría suponer un varapalo para el turismo español, uno de los pocos pilares que empiezan a repuntar en el conjunto de la economía. A todo ello se añade otro factor que no existía hace poco más de cinco años: el terrible conflicto de los controladores durante los dos últimos años y los inconvenientes que ha generado al tráfico aéreo español. La opinión pública ya está muy sensibilizada con cualquier cuestión relacionada con los retrasos aéreos y otro parón protagonizado por los pilotos de Iberia los podría poner frente a la espada y la pared. Deberían pensárselo dos veces. Mediapro, Canal 9 y un pub de Inglaterra La semana no podía ser más contradictoria en el mundo de los derechos del fútbol. Hace apenas unos días se daba a conocer que Canal 9 ha ganado en los tribunales al gigante Mediapro, la productora de Jaume Roures, por no permitir ésta última el acceso a los estadios de fútbol de los equipos de la televisión pública valenciana. No se sabe por el momento la indemnización que podrá solicitar Canal 9, pero desde luego supondrá un duro varapalo para Roures que, en los últimos meses ya ha visto esfumarse varios contratos millonarios. A este contratiempo se le suma, además, que la empresa todavía no ha logrado salir del concurso de acreedores. A principios de verano se daba a conocer que la mayoría de sus acreedores estaban de acuerdo con el plan de viabilidad de la empresa, a excepción de Prisa, claro está, y por el momento Mediapro sigue sin ver la luz al final del túnel. Entre tanta guerra por los derechos del fútbol, resulta que una sentencia del tribunal europeo aparece de repente y da la razón a un pequeño pub inglés por usar tarjetas griegas para ver el fútbol de pago en lugar de pagar las inglesas, mucho más caras. La sentencia ha puesto patas arriba todo el mercado del fútbol en Europa porque el juez ha considerado que los mercados nacionales de explotación del fútbol van en contra del mercado único que tanto se defiende en Europa. La crisis de la banca es la crisis de Restaura La crítica situación que atraviesa la banca no deja títere con cabeza, y menos si se trata del sector ladrillo. Esta semana ha sido el turno para Restaura, la inmobiliaria que se ha visto obligada a tirar la toalla y solicitar concurso de acreedores por segunda vez asfixiada por una mora que ya no puede refinanciar. Ni las arcas del Banco Popular, acreedor de un tercio de la deuda total, estimada en 340 millones de euros, ni el resto de entidades entre las que figuran Sabadell, Caixanova o BBVA han querido dar tregua a la empresa del G-14, el grupo de las grandes inmobiliarias que han demostrado que ser grandes no es lo mismo que ser fuertes. Restaura es ya la tercera empresa que cae en el grupo, después de Martinsa Fadesa y Nozar. La banca, sólo hay que ver al Pastor, ni fía ni se fía.