La empresa de inversión en energía solar tiene en cartera una decena de proyectos que suman cinco megawatiosvalencia. La fuente ahora es el sol. Fuente de energía, pero también de potenciales inversiones que están impulsando el sector en la Comunidad Valenciana. Uno de sus protagonistas es IM2 Systems, una iniciativa emprendida en 2003 por sus dos promotores Ángel Martínez y Enrique Selva, procedentes del mundo de la ingeniería y las energías renovables. La compañía desarrolla proyectos de inversión en solar fotovoltaica y está especializada en la promoción de parques siempre sobre cubiertas de edificios. Una de sus instalaciones es la que acaba de poner en marcha en el centro comercial Bonaire en Aldaia (Valencia) con una capacidad de 350 kilowatios. Se trata de una primera fase cuya energía evitará la emisión de 273 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera, según destaca la compañía. El de Bonaire es uno de los diez proyectos que integran ya la cartera de IM2 y que suman una potencia de cinco megawatios. Todos ellos son de promoción propia para su posterior comercialización entre inversores. El negocio arranca con la localización de cubiertas óptimas y la negociación con sus propietarios para el alquiler de los techos de sus naves. "Para los dueños de los edificios supone aumentar la rentabilidad de sus activos al poner en valor una superficie que antes de la instalación de los paneles solares no generaba ningún ingreso", explica Ángel Martínez. Su cartera de clientes es mixta entre particulares e institucionales. "Tenemos tanto industriales con suficientes recursos propios para diversificar sus negocios, como inversores institucionales tipo fondos con los que se suele negociar paquetes más grandes o, incluso, una promoción entera". El atractivo de la inversión se sustenta en un horizonte de rentabilidad que, aunque varía en función del proyecto, nunca será inferior a una TIR del 10 por ciento, según Martínez. A favor de su modelo de negocio considera que está el hecho de las instalaciones se realicen en zonas de alto consumo, permitiendo ahorros en transporte; las menores trabas burocráticas y logística de los parques en cubiertas respecto a los instalados en tierra;, así como la mayor dificultad de sufrir robos de las placas solares. La hoja de ruta de IM2 está puesta por escrito en un plan estratégico 2007-2010 que contempla llegar al último año del mismo con una facturación de 20 millones de euros. El crecimiento vendrá también por la expansión geográfica con la previsión de abrir su primera delegación el próximo año en Barcelona. Junto a la catalana, la compañía contempla la apertura de otras cuatro delegaciones en España, cuya ubicación no está aún cerrada. El objetivo de los socios de IM2 es abordar también la internacionalización, reto que sitúan para 2009. "De momento, estamos en fase de estudio de los mercados con mejores oportunidades tanto en Europa como en Sudamérica y Asia", señala Ángel Martínez.