Promueve la mayor huerta solar de España y un centro de atención a mayoressantiago. Suena increíble, pero Galicia, donde la lluvia acostumbraba a ser arte, aspira a convertirse en líder en producción de energía solar. En noviembre el multimillonario inversor chino Nan Cunhui anunciaba que pretende construir un parque fotovoltaico en la comunidad de 20 megavatios (MW) de potencia instalada, y poco después sale a la luz una iniciativa autóctona: la de 430 socios que, dentro de la cooperativa Solidaridad Solar, levantan ya su huerta solar en la comarca lucense de Lemos. Este proyecto es más ambicioso, pues si el del magnate asiático supone una inversión de 120 millones, el de los cooperativistas asciende a 175 millones y contará con 23 MW de potencia. Además, incluye otros 25 millones para levantar un centro asistencial para la tercera edad. Según el gerente de Solidaridad Solar, José Manuel González, su instalación generará electricidad equivalente al consumo de 13.800 familias, y contribuirá a que se dejen de emitir 16.400 toneladas de CO2 a la atmósfera al año, y creará más de 100 empleos directos y 200 indirectos en la zona. Ocupará 103 hectáreas hoy improductivas (equivalen a 140 campos de fútbol) en el lugar de Seteventos, en el lucense municipio de Saviñao. Todos los trámites están en marcha, y se prevé culminar la instalación y lograr la licencia en septiembre de este año. No existe actualmente en España ninguna huerta solar con estas dimensiones. Tampoco hay ninguna iniciativa que se comprometa, como es el caso, a crear un centro asistencial para la tercera edad que contará con 460 plazas, en un área donde sólo hay 80 plazas de geriatría, pese a que el 40 por ciento de la población supera los 65 años. Para ello se recuperará el histórico Pazo de Maside, en Pantón (Lugo). Se prevé que esta obra culmine a mediados de 2010. José Manuel González confirma que, además de esta primera localización, "estamos estudiando dos más en el interior de Galicia". La fuerte inversión requerida se sustenta en aportaciones de los 432 socios, en su mayoría familias de la comarca, "con aportaciones desde 6.500 a 120.000 euros". Con esta iniciativa "no pretendemos hacernos ricos", señala, aunque reconoce que es "lo más parecido a un plan de pensiones y calidad de vida". Los beneficios ascenderán a unos 20 millones de euros al año. Parte irá al centro de atención a la tercera edad, y el resto se distribuye con equidad entre los cooperativistas. Un socio al que se asignen seguidores fotovoltaicos con 100 kilovatios de potencia -suman 468 placas solares y ocupan 5.500 metros cuadrados-, obtendría 95.000 euros de renta. Además, es compatible con tareas como el pastoreo.