Los mercados de capitales están cerrados a cal y canto. Ante esta realidad, los bancos están azuzando el ingenio para encontrar la liquidez que necesitan. Una manifestación de esta realidad se observa en la reactivación de la guerra de los depósitos. Otra, en la batería de emisiones dirigidas a los particulares que las entidades han anunciado en las últimas semanas para encontrar nuevos recursos. Banco Popular se sumó ayer a esta secuencia al registrar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el folleto de una emisión de deuda. La entidad presidida por Ángel Ron iniciará el lunes la comercialización en sus oficinas de una emisión de deuda subordinada a 10 años y un interés anual del 8,25 por ciento con la que pretende captar entre 150 y 250 millones de euros. Fuentes financieras reconocen que el propósito de Popular con esta operación es reforzar su capital secundario (Tier 2). La inversión mínima de la operación será de 1.000 euros, una cifra que evidencia que va dirigida, fundamentalmente, a clientes particulares, aunque también está abierta a los inversores cualificados. El pago de los intereses será trimestral, en enero, abril, julio y octubre. La colocación es muy similar a la que la entidad llevó a cabo en julio. Hace dos meses, obtuvo 200 millones de euros en menos de una semana con obligaciones subordinadas a 10 años y cupón del 8 por ciento. El alto rendimiento de los títulos responde a que, al mismo tiempo, poseen un riesgo mayor que otros productos, como los depósitos (las subordinadas no están cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos), y cuentan con una vida mayor (diez años). El producto de moda Mientras Popular, tras el éxito conseguido con la emisión de julio, optó por las obligaciones subordinadas, Bankia y Banesto se sumaron ayer a la moda de emitir pagarés -deuda privada a corto plazo-. La entidad presidida por Rodrigo Rato intentará captar 1.000 millones de euros con una operación que se inserta dentro del programa de pagarés de hasta 5.000 millones de euros que el Consejo aprobó en julio. La comercialización de los títulos arrancará el lunes y la inversión mínima requerida es de 6.000 euros. La rentabilidad de los pagarés dependerá de la cantidad aportada y el plazo. Con inversiones de hasta 100.000 euros, el rendimiento será el siguiente: 3 por ciento a un mes, 3,25 por ciento a tres meses, 3,3 por ciento a seis meses y 3,7 por ciento a doce meses. Para cantidades superiores a 100.000 euros, el rendimiento se sitúa en el 3,25 por ciento a uno y tres meses; en el 3,5 por ciento a seis meses; y en el 4 por ciento a 12 meses. Banesto también ha comenzado a ofrecer pagarés a sus clientes. Con una inversión mínima de 50.000 euros, la entidad espera captar hasta 4.500 millones de euros hasta el 11 de octubre. El rendimiento de los títulos alcanza el 3,6 por ciento a 12 meses y al 3,7 por ciento a 18 meses. Santander, BBVA... Ambas emisiones prolongan una lista que sigue creciendo cada semana. El 15 de septiembre, el Santander lanzó un programa de pagarés de 5.000 millones de euros, ampliables a 7.500 millones. El plazo de vencimiento de los títulos oscila entre los tres días hábiles y 25 meses y el rendimiento se moverá entre el 3 y el 3,75 por ciento. Esta semana BBVA ha activado una megaemisión de pagarés. Se ha propuesto captar hasta 10.000 millones de euros con títulos cuyo vencimiento se mueve entre los 3 y los 18 meses y un rendimiento que oscila entre el 3,15 y el 3,7 por ciento. Liberbank también está ofreciendo pagarés a sus clientes con rentabilidades del 3,25 por ciento a 12 meses, del 3,50 por ciento a 18 meses y del 3,75 por ciento a dos años.