Si la situación empeora, se corre el riesgo de desencadenar "una guerra de divisas", dicenSi la situación empeora, se corre el riesgo de desencadenar "una guerra de divisas", dicenSi la situación empeora, se corre el riesgo de desencadenar "una guerra de divisas", dicenwashington. Los jinetes que a día de hoy tienen en sus manos las riendas para evitar que la crisis de deuda soberana desencadene un colapso financiero tendieron ayer su mano a las economías avanzadas. Así, los ministros de Economía y Finanzas de Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica (más conocidos como BRICS) acordaron al término de una reunión mantenida en Washington, que "ofrecer apoyo a través del FMI y otras Instituciones Financieras Internacionales para enfrentar los retos que amenzan la estabilidad financiera global". "En estos momentos, el centro de la crisis es la Unión Europea", reconoció durante una rueda de prensa el ministro de Haciena brasileño, Guido Mantega. "Los países se han demorado en tomar decisiones y cada día que pasa más costosa y peligrosa será la crisis apuntó. El tiempo apremia y como ya anunció previamente la amazona del Fondo, Christine Lagarde, es necesario recuperar las decisiones osadas y contundentes adoptadas tras la crisis de 2008. De la mano del FMI Sin embargo, ninguno de los allí presentes esbozó un plan contundente de ayuda ni tampoco se aclaró cuál será la moneda de cambio. "Los BRICS tenemos que aumentar la solidaridad y fortalecer nuestro papel al igual que el FMI para evitar un problema mayor", señaló Mantega. Al mismo tiempo, el ministro indio de Finanzas y presidente de turno del grupo, Pranab Mukherjee, se limitó a explicar que "los BRICS realizarán su contribución junto a la comunidad internacional". Según el comunicado emitido al término del encuentro, la máxima prioridad de los BRICS es recuperar el ritmo de crecimiento en las economías emergentes. En este sentido, se dió la bienvenida al paquete fiscal anunciado por la administración Obama así como las resoluciones de la Unión Europea para relajar las tensiones financieras. "La situació requiere acciones decisivas", afirmaron pero al mismo tiempo pusieron de manifiesto que "el reequilibrio global tomará tiempo y su impacto podría no notarse poco a corto plazo". Eso sí, el documento señaló con el dedo a la "política agresiva" de los bancos centrales de las economías desarrolladas como origen "del exceso de liquidez" que ha desestabilizado tanto a los países occidentales como a los emergentes. Al ser preguntados por los movimientos registrados en el mercado de divisas y la posible tentación de algunos países emergentes a adoptar medidas proteccionistas, Mukherjee confirmó que "si la situación económica empeora corremos el riesgo de reavivar una nueva guerra de divisas". Aun así, sus homólogos allí presentes consideraron que a día de hoy, el mercado cambiario no sufre, de momento, la misma situación que hace tres años. Además, Zhou Xiaochuan, el gobernador del Banco Central de China descartó de forma tajante que se esté debatiendo la posibilidad un acuerdo similar al alcanzdo en 1985 en El Plaza de Nueva York.washington. Los jinetes que a día de hoy tienen en sus manos las riendas para evitar que la crisis de deuda soberana desencadene un colapso financiero tendieron ayer su mano a las economías avanzadas. Así, los ministros de Economía y Finanzas de Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica (más conocidos como BRICS) acordaron al término de una reunión mantenida en Washington, que "ofrecer apoyo a través del FMI y otras Instituciones Financieras Internacionales para enfrentar los retos que amenzan la estabilidad financiera global". "En estos momentos, el centro de la crisis es la Unión Europea", reconoció durante una rueda de prensa el ministro de Haciena brasileño, Guido Mantega. "Los países se han demorado en tomar decisiones y cada día que pasa más costosa y peligrosa será la crisis apuntó. El tiempo apremia y como ya anunció previamente la amazona del Fondo, Christine Lagarde, es necesario recuperar las decisiones osadas y contundentes adoptadas tras la crisis de 2008. De la mano del FMI Sin embargo, ninguno de los allí presentes esbozó un plan contundente de ayuda ni tampoco se aclaró cuál será la moneda de cambio. "Los BRICS tenemos que aumentar la solidaridad y fortalecer nuestro papel al igual que el FMI para evitar un problema mayor", señaló Mantega. Al mismo tiempo, el ministro indio de Finanzas y presidente de turno del grupo, Pranab Mukherjee, se limitó a explicar que "los BRICS realizarán su contribución junto a la comunidad internacional". Según el comunicado emitido al término del encuentro, la máxima prioridad de los BRICS es recuperar el ritmo de crecimiento en las economías emergentes. En este sentido, se dió la bienvenida al paquete fiscal anunciado por la administración Obama así como las resoluciones de la Unión Europea para relajar las tensiones financieras. "La situació requiere acciones decisivas", afirmaron pero al mismo tiempo pusieron de manifiesto que "el reequilibrio global tomará tiempo y su impacto podría no notarse poco a corto plazo". Eso sí, el documento señaló con el dedo a la "política agresiva" de los bancos centrales de las economías desarrolladas como origen "del exceso de liquidez" que ha desestabilizado tanto a los países occidentales como a los emergentes. Al ser preguntados por los movimientos registrados en el mercado de divisas y la posible tentación de algunos países emergentes a adoptar medidas proteccionistas, Mukherjee confirmó que "si la situación económica empeora corremos el riesgo de reavivar una nueva guerra de divisas". Aun así, sus homólogos allí presentes consideraron que a día de hoy, el mercado cambiario no sufre, de momento, la misma situación que hace tres años. Además, Zhou Xiaochuan, el gobernador del Banco Central de China descartó de forma tajante que se esté debatiendo la posibilidad un acuerdo similar al alcanzdo en 1985 en El Plaza de Nueva York.washington. Los jinetes que a día de hoy tienen en sus manos las riendas para evitar que la crisis de deuda soberana desencadene un colapso financiero tendieron ayer su mano a las economías avanzadas. Así, los ministros de Economía y Finanzas de Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica (más conocidos como BRICS) acordaron al término de una reunión mantenida en Washington, que "ofrecer apoyo a través del FMI y otras Instituciones Financieras Internacionales para enfrentar los retos que amenzan la estabilidad financiera global". "En estos momentos, el centro de la crisis es la Unión Europea", reconoció durante una rueda de prensa el ministro de Haciena brasileño, Guido Mantega. "Los países se han demorado en tomar decisiones y cada día que pasa más costosa y peligrosa será la crisis apuntó. El tiempo apremia y como ya anunció previamente la amazona del Fondo, Christine Lagarde, es necesario recuperar las decisiones osadas y contundentes adoptadas tras la crisis de 2008. De la mano del FMI Sin embargo, ninguno de los allí presentes esbozó un plan contundente de ayuda ni tampoco se aclaró cuál será la moneda de cambio. "Los BRICS tenemos que aumentar la solidaridad y fortalecer nuestro papel al igual que el FMI para evitar un problema mayor", señaló Mantega. Al mismo tiempo, el ministro indio de Finanzas y presidente de turno del grupo, Pranab Mukherjee, se limitó a explicar que "los BRICS realizarán su contribución junto a la comunidad internacional". Según el comunicado emitido al término del encuentro, la máxima prioridad de los BRICS es recuperar el ritmo de crecimiento en las economías emergentes. En este sentido, se dió la bienvenida al paquete fiscal anunciado por la administración Obama así como las resoluciones de la Unión Europea para relajar las tensiones financieras. "La situació requiere acciones decisivas", afirmaron pero al mismo tiempo pusieron de manifiesto que "el reequilibrio global tomará tiempo y su impacto podría no notarse poco a corto plazo". Eso sí, el documento señaló con el dedo a la "política agresiva" de los bancos centrales de las economías desarrolladas como origen "del exceso de liquidez" que ha desestabilizado tanto a los países occidentales como a los emergentes. Al ser preguntados por los movimientos registrados en el mercado de divisas y la posible tentación de algunos países emergentes a adoptar medidas proteccionistas, Mukherjee confirmó que "si la situación económica empeora corremos el riesgo de reavivar una nueva guerra de divisas". Aun así, sus homólogos allí presentes consideraron que a día de hoy, el mercado cambiario no sufre, de momento, la misma situación que hace tres años. Además, Zhou Xiaochuan, el gobernador del Banco Central de China descartó de forma tajante que se esté debatiendo la posibilidad un acuerdo similar al alcanzdo en 1985 en El Plaza de Nueva York.