Cree "exagerada" la reacción bursátil, que ignora "la audacia" europea Cree "exagerada" la reacción bursátil, que ignora "la audacia" europea Considera "exagerada" la reacción bursátil, que ignora las "medidas audaces" tomadas en Europawashington. Touché. Animada y enérgica pero sin rodeos, Christine Lagarde, la nueva directora gerente del FMI que vela por ahuyentar los demonios económicos del planeta, ocupó ayer el centro del escenario internacional al reconocer que los mercados "ignoran las audaces medidas implantadas en Europa". Un ataque a los inversores, que aderezó con un pesimismo evidente al dar a entender que la crisis es ahora más grave que la del 2008 y regresa "a la zona de peligro". "Nuestros análisis y nuestra propuesta no está marcada por las variaciones diarias del Dow Jones, el Nasdaq o el CAC (…) es la aplicación de políticas lo que nos importa", apuntó al ser preguntada por este asunto justo cuando uno de los indicadores bursátiles de EEUU cedía más de 300 puntos. Sin embargo, Lagarde reconció que aunque los mercados financieros tienen su propio modus operandi "no necesariamente reconocen las buenas noticias que tenemos" y tachó de "exagerada" la oleada de ventas que inundó ayer a la renta variable de todo el mundo. En este sentido, la francesa puso como ejemplo a los países del euro, "que ya han tomado medidas muy osadas para afrontar la situación de déficit y restaurar las finanzas públicas". La mandataria del FMI aprovechó para elogiar a los líderes europeos por su compromiso de apoyo a los actuales miembros de la UE y descartar de nuevo la ruptura de la eurozona. Según su análisis, la protección de Grecia y otros países endeudados no es sólo una cuestión económica sino también política. "Es una manera de mantener unidos a los países que llevan varios siglos luchando entre sí", estimó. Esfuerzos y sacrificios La francesa hizo alusión en diversas ocasiones a la histórica reunión del Eurogrupo del pasado 21 de julio, como catalizador del futuro del Viejo Continente, ya que "reafirmó la determinación por respaldarse unos a otros". Lagarde reiteró que la solución para la UE reside en la "implementación" de los programas puestos en marcha que "requerirán esfuerzos y sacrificios" no sólo para las autoridades griegas sino también para el resto de los países miembros. A este respecto incidió en que algunos países de la eurozona han puesto ya en marcha medidas "amplias y necesarias" para reducir su déficit y mejorar su situación fiscal, aunque prefirió omitir nombres y no mencionar a ninguna economía de la unión monetaria en concreto. En una entrevista a Bloomberg, la directora gerente del FMI no dudó en recomendar al Banco Central Europeo que continúe con su "solida y necesaria" financiación tanto a los bancos del Viejo Continente como a las distintas economías periféricas como forma de ganar tiempo mientras los gobiernos aprueban planes de austeridad. La receta anticrisis La que hasta el pasado julio fuera ministra de Finanzas gala, hizo un llamamiento urgente a los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 para que recuperen el espíritu de coordinación dejado atrás en las reuniones de Pittsburgh y Londres, en 2009. "El tiempo es la esencia, no sólo para EEUU sino para todas las economías avanzadas y todos nuestros miembros, que necesitan enfrentar juntos la crisis actual". Al fin y al cabo, tras la crisis de hace tres años "había un camino más amplio hacia la recuperación", ya que los países soberanos contaban con un mayor margen de maniobra, ahora éste "se ha estrechado", explicó. A su juicio, la prioridad absoluta es "reparar". Lagarde se refirió así a las necesidades de implantar una consolidación fiscal por parte de las economías avanzadas. La segunda receta de la directora gerente se centra en la "reforma", con la prioridad del sector financiero. washington. Touché. Animada y enérgica pero sin rodeos, Christine Lagarde, la nueva directora gerente del FMI que vela por ahuyentar los demonios económicos del planeta, ocupó ayer el centro del escenario internacional al reconocer que los mercados "ignoran las audaces medidas implantadas en Europa". Un ataque a los inversores, que aderezó con un pesimismo evidente al dar a entender que la crisis es ahora más grave que la del 2008 y regresa "a la zona de peligro". "Nuestros análisis y nuestra propuesta no está marcada por las variaciones diarias del Dow Jones, el Nasdaq o el CAC (…) es la aplicación de políticas lo que nos importa", apuntó al ser preguntada por este asunto justo cuando uno de los indicadores bursátiles de EEUU cedía más de 300 puntos. Sin embargo, Lagarde reconció que aunque los mercados financieros tienen su propio modus operandi "no necesariamente reconocen las buenas noticias que tenemos" y tachó de "exagerada" la oleada de ventas que inundó ayer a la renta variable de todo el mundo. En este sentido, la francesa puso como ejemplo a los países del euro, "que ya han tomado medidas muy osadas para afrontar la situación de déficit y restaurar las finanzas públicas". La mandataria del FMI aprovechó para elogiar a los líderes europeos por su compromiso de apoyo a los actuales miembros de la UE y descartar de nuevo la ruptura de la eurozona. Según su análisis, la protección de Grecia y otros países endeudados no es sólo una cuestión económica sino también política. "Es una manera de mantener unidos a los países que llevan varios siglos luchando entre sí", estimó. Esfuerzos y sacrificios La francesa hizo alusión en diversas ocasiones a la histórica reunión del Eurogrupo del pasado 21 de julio, como catalizador del futuro del Viejo Continente, ya que "reafirmó la determinación por respaldarse unos a otros". Lagarde reiteró que la solución para la UE reside en la "implementación" de los programas puestos en marcha que "requerirán esfuerzos y sacrificios" no sólo para las autoridades griegas sino también para el resto de los países miembros. A este respecto incidió en que algunos países de la eurozona han puesto ya en marcha medidas "amplias y necesarias" para reducir su déficit y mejorar su situación fiscal, aunque prefirió omitir nombres y no mencionar a ninguna economía de la unión monetaria en concreto. En una entrevista a Bloomberg, la directora gerente del FMI no dudó en recomendar al Banco Central Europeo que continúe con su "solida y necesaria" financiación tanto a los bancos del Viejo Continente como a las distintas economías periféricas como forma de ganar tiempo mientras los gobiernos aprueban planes de austeridad. La receta anticrisis La que hasta el pasado julio fuera ministra de Finanzas gala, hizo un llamamiento urgente a los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 para que recuperen el espíritu de coordinación dejado atrás en las reuniones de Pittsburgh y Londres, en 2009. "El tiempo es la esencia, no sólo para EEUU sino para todas las economías avanzadas y todos nuestros miembros, que necesitan enfrentar juntos la crisis actual". Al fin y al cabo, tras la crisis de hace tres años "había un camino más amplio hacia la recuperación", ya que los países soberanos contaban con un mayor margen de maniobra, ahora éste "se ha estrechado", explicó. A su juicio, la prioridad absoluta es "reparar". Lagarde se refirió así a las necesidades de implantar una consolidación fiscal por parte de las economías avanzadas. La segunda receta de la directora gerente se centra en la "reforma", con la prioridad del sector financiero. washington. Touché. Animada y enérgica pero sin rodeos, Christine Lagarde, la nueva directora gerente del FMI que vela por ahuyentar los demonios económicos del planeta, ocupó ayer el centro del escenario internacional al reconocer que los mercados "ignoran las audaces medidas implantadas en Europa". Un ataque a los inversores, que aderezó con un pesimismo evidente al dar a entender que la crisis es ahora más grave que la del 2008 y regresa "a la zona de peligro". "Nuestros análisis y nuestra propuesta no está marcada por las variaciones diarias del Dow Jones, el Nasdaq o el CAC (…) es la aplicación de políticas lo que nos importa", apuntó al ser preguntada por este asunto justo cuando uno de los indicadores bursátiles de EEUU cedía más de 300 puntos. Sin embargo, Lagarde reconció que aunque los mercados financieros tienen su propio modus operandi "no necesariamente reconocen las buenas noticias que tenemos" y tachó de "exagerada" la oleada de ventas que inundó ayer a la renta variable de todo el mundo. En este sentido, la francesa puso como ejemplo a los países del euro, "que ya han tomado medidas muy osadas para afrontar la situación de déficit y restaurar las finanzas públicas". La mandataria del FMI aprovechó para elogiar a los líderes europeos por su compromiso de apoyo a los actuales miembros de la UE y descartar de nuevo la ruptura de la eurozona. Según su análisis, la protección de Grecia y otros países endeudados no es sólo una cuestión económica sino también política. "Es una manera de mantener unidos a los países que llevan varios siglos luchando entre sí", estimó. Esfuerzos y sacrificios La francesa hizo alusión en diversas ocasiones a la histórica reunión del Eurogrupo del pasado 21 de julio, como catalizador del futuro del Viejo Continente, ya que "reafirmó la determinación por respaldarse unos a otros". Lagarde reiteró que la solución para la UE reside en la "implementación" de los programas puestos en marcha que "requerirán esfuerzos y sacrificios" no sólo para las autoridades griegas sino también para el resto de los países miembros. A este respecto incidió en que algunos países de la eurozona han puesto ya en marcha medidas "amplias y necesarias" para reducir su déficit y mejorar su situación fiscal, aunque prefirió omitir nombres y no mencionar a ninguna economía de la unión monetaria en concreto. En una entrevista a la cadena Bloomberg, la directora gerente del FMI no dudó en recomendar al Banco Central Europeo que continúe con su "solida y necesaria" financiación tanto a los bancos del Viejo Continente como a las distintas economías periféricas como forma de ganar tiempo mientras los distintos gobiernos aprueban sus planes de austeridad. La receta anticrisis La que hasta el pasado julio fuera ministra de Finanzas gala, hizo un llamamiento urgente a los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 para que recuperen el espíritu de coordinación dejado atrás en las reuniones de Pittsburgh y Londres, en 2009. "El tiempo es la esencia, no sólo para EEUU sino para todas las economías avanzadas y todos nuestros miembros, que necesitan enfrentar juntos la crisis actual". Al fin y al cabo, tras la crisis de hace tres años "había un camino más amplio hacia la recuperación", ya que los países soberanos contaban con un mayor margen de maniobra, ahora éste "se ha estrechado", explicó. Durante su intervención en la sede del Fondo, en Pennsylvania Avenue, su directora gerente ofreció una serie de pautas a seguir para salir lo antes posible de esta situación. Bautizadas como las "cuatro R", este cuarteto de herramientas se postula como la píldora que las economías mundiales deberán tragar si quieren evitar un empacho que termine en tragedia. En primer lugar, la prioridad absoluta es "reparar". Lagarde se refirió así a las necesidades de implantar una consolidación fiscal por parte de las economías avanzadas. Sin embargo señaló que una implementación demasiado rápida "puede dañar el potencial de crecimiento" de algunos países. El resultado de este revulsivo culminará a medio plazo con medidas que restaurarán las finanzas públicas saludables. La directora del FMI aprovechó este momento para dar un toque de atención a Estados Unidos, al considerar que éste "puede acomodar un mayor crecimiento económico a corto plazo" pese a la ardua tarea por delante para poner en orden sus cuentas públicas. Dentro de la reparación, también hay que considerar el balance de los bancos y el endeudamiento de los ciudadanos. "El balance de cuentas de los bancos necesita mejorar con un refuerzo de los colchones de capital que hemos recomendado reiteradamente". "Algunos bancos ya han comenzado a hacer exactamente eso, lo que es encomiable y ayudará a mejorar el acceso al crédito para los consumidores", dice. Reformas La segunda receta de la directora gerente del Fondo se centra en la "reforma", con la prioridad del sector financiero. Al fin y al cabo, Lagarde reconoció que tres años después del colapso de Lehman Brothers "seguimos sin registrar los avances necesarios". "La falta de acuerdos eleva la incertidumbre y la ansiedad entre los inversores", incidió. A continuación, su tercer paso hacia la recuperación se encuentra en el reequilibrio. Al respecto la exministra de Finanzas gala puso de manifiesto la necesidad de implantar un equilibrio "entre el sector público y privado", algo que "ya ha comenzado a corregirse". Además volvió a referirse a la gran brecha que existe entre los déficits de las economías avanzadas y los superávits de los emergentes, a los que sugirió de nuevo aumentar su demanda interna y no depender en exceso de las exportaciones.