El grupo habría empleado el método contable que más le convenía en sus diferentes sociedadesparís. Las cuentas de Vivendi no están claras. Según un informe de la Brigada Financiera francesa (un departamento de la policía judicial), habrían existido prácticas contables dudosas en la empresa, así como una comunicación de sus finanzas a los mercados demasiado "optimista". El diario económico La Tribune recogía ayer algunos aspectos de ese informe, que ha sido entregado a los jueces Henri Pons y Jean-Marie d'Huy, instructores de un sumario abierto en 2002 sobre las actividades de la compañía. Vivendi, originariamente distribuidora de agua a nivel mundial, hoy es también una empresa de comunicaciones y productos para el ocio. El caso fue suscitado por demandas sobre difusión de informaciones falsas, abuso de bienes sociales e información privilegiada, entre otros delitos. Corresponde ahora a los magistrados decidir si sobreseen el sumario o si plantean la necesidad de un juicio para establecer responsabilidades. Entre otros puntos, el informe de la Brigada Financiera señala que las prácticas contables "agresivas" de los gestores de Vivendi requerían "una ingeniería jurídica y financiera sofisticada", y agrega que para cada una de sus sociedades el grupo elegía el método contable que más le convenía. El asunto ya había sido investigado por la Autoridad de los Mercados Financieros, organismo de control bursátil francés, que en noviembre del año 2004 impuso al entonces presidente de la compañía, Jean-Marie Messier, un millón de euros de multa, la misma que al grupo Vivendi, aunque después la redujo a la mitad.