La filial naviera de la familia Entrecanales queda a partir de hoy libre de cualquier compromiso industrial con la SepiMADRID. ¡Leven anclas! Hoy se cumplen los cinco años de compromiso industrial que la familia Entrecanales y sus socios firmaron con el Estado tras la compra de Trasmediterránea. A partir de este momento, la naviera queda libre de cualquier obligación con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). Durante todo este periodo de tiempo, los nuevos dueños de la naviera gestionaban la compañía con varios lastres de los que hoy se desembarazan. Entre ellos destacaban el mantenimiento de la unidad de la empresa, continuar con la sede en España, tener una participación mínima que asegure la mayoría y el control de la compañía, conservar los fondos propios de la empresa a 31 de diciembre de 2001 y respetar la plantilla fija y las condiciones laborales existentes. A partir de hoy, Acciona Trasmediterránea queda libre de todos estos compromisos y lo más importante de todo: se convierte en una apetitosa compañía para las grandes navieras europeas y los fondos de capital riesgo. Informe de valoración Consciente de ello, la dirección de la primera naviera en España por número de pasajeros transportados encargó a BBVA una valoración sobre Acciona Trasmediterránea y sus servicios legales ya están tomando posiciones ante una más que posible llegada de ofertas por la empresa. El precio de salida de la compañía ronda los 850 millones de euros si se hace caso de las valoraciones realizadas por los bancos de inversión que siguen el día a día bursátil de todo el grupo. Acciona controla el 61 por ciento del grupo. El resto se lo reparten entre la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) con el 15 por ciento, grupo Matutes (12 por ciento), grupo Aznar (10 por ciento) y grupo Armas (8 por ciento). Precisamente el grupo Matutes puede tener la llave de este proceso de venta. La Sepi no le dejó marcharse del capital de la compañía en el año 2003, tras fusionarse Matutes con Balearia y convertirse en uno de los principales competidores de Trasmediterránea en el mercado español. Pero aunque Matutes quiso abandonar el barco ahora su posición es una incógnita que a partir de hoy puede comenzar a despejarse. Fuentes de Sepi consultadas por este periódico aseguran que "aunque el contrato de Acciona Trasmediterránea con el Estado haya finalizado, la Sepi realizará en las próximas semanas un informe en el que hará un balance de la gestión y el grado de cumplimiento de los compromisos". Este escrito se da a conocer siempre al final de todos los procesos de privatización que se han realizado en España y no se prevé que haya sorpresas ya que Sepi ya ha llevado a cabo un seguimiento de la naviera española durante todos estos años. Independientemente del proceso de privatización, Acciona Trasmediterránea sigue vinculada al Estado a través de un contrato comercial. Se trata de un servicio de interés público que une la Península con Ceuta, Melilla, las Islas Canarias y Baleares. El Estado subvenciona a una naviera, en este caso Trasmediterránea, a cambio de que garantice el transporte a estos territorios españoles durante todo el año. La subvención compensa las lógicas pérdidas que tiene la empresa naviera en temporada baja por el poco tránsito de pasajeros. Trasmediterránea está incorporada en la filial logística de Acciona, que también comprende otros negocios como el handling o actividades aeroportuarias en tierra. Los bancos de inversión valoran toda esta actividad en 700 millones de euros. De esta cantidad, el handling supone 240 millones.