La sueca abrirá 25 tiendas en la Península tras duplicar su beneficio el año pasadomadrid. Ikea, tal y como proclama en sus mensajes publicitarios, tiene una república independiente. Pero no se trata de la casa de ninguno de sus clientes, sino de un país entero: España. Su filial en la Península Ibérica, que integra también el negocio en Portugal, está batiendo todos los récords. Según las cuentas de la empresa, que acaban de depositarse en el Registro Mercantil, los beneficios se han duplicado en el último ejercicio, cerrado el 31 de agosto de 2006, hasta 80 millones de euros. Durante ese año, las ventas crecieron a un ritmo del 35,7 por ciento, es decir, dos veces y media más rápido que la matriz. Sin miedo a la crisis Y todo indica que ni la crisis ni el supuesto parón del consumo le están afectando. A la espera de que se hagan públicas, una vez auditadas, la empresa ha dicho ya que sus ventas en España han superado el último ejercicio, el que se cerró el pasado 31 de agosto, los mil millones de euros. La facturación en España supone un 5,5 por ciento del total mundial del grupo, pero lo más importante para la matriz es su "gran potencial de crecimiento". Ikea, que cuenta actualmente con 10 tiendas en nuestro país, ha puesto en marcha un plan para invertir 1.600 millones de euros en la apertura de 25 tiendas en los próximos ocho años, hasta 2015. El objetivo es crecer, fundamentalmente, en Madrid, Barcelona, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Galicia, pero, sobre todo, que haya un gran establecimiento a menos de una hora de distancia en coche de las principales ciudades. En este sentido, la cadena destaca ya que 2007 ha sido un año "especialmente prolífico" en nuevas aperturas, entre las que figuran las inauguraciones de la tienda de Zaragoza, Madrid y Málaga. El proyecto de expansión que se afrontará a partir de ahora permitirá además consolidar a España como uno de los principales mercados de la empresa en todo el mundo. Actualmente, Alemania es el país que aporta una mayor facturación al grupo (16 por ciento de las ventas), seguido de Estados Unidos (10 por ciento), Francia (9 por ciento), Reino Unido (9 por ciento) y Suecia (7 por ciento). El grupo de mobiliario y de decoración, que proclama su compromiso de "crear un día a día mejor para la mayoría de las personas" con productos de diseño y calidad, mantiene además su estrategia de reducir al máximo los costes y sostiene que ha bajado los precios en la última década más del 27 por ciento en España. Aunque, eso sí, al margen de la inflación. Cambio en la cúpula Pese a la buena marcha del negocio, el pasado verano Ikea decidió cambiar a su director general en la Península Ibérica y encargó a Peter Betzel que se ocupará de liderar la expansión de la firma. Betzel, hasta ahora director adjunto del grupo en Alemania, se incorporó a su cargo el pasado mes de septiembre, en sustitución de André de Wit, que ha ocupado el puesto durante cinco años. Antes de marcharse, De Wit ha cumplido con uno de sus compromisos. Ernst & Young, la firma encargada de auditar sus cuentas, había advertido en las memorias de 2005 que la empresa había ocultado los posibles conflictos de interés de sus gestores, lo que le costó una salvedad en el balance. De Wit se comprometió a clarificarlo, la empresa ha detallado los cargos que ocupan sus administradores y el auditor ha retirado la salvedad.