madrid. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, insistió ayer en que el Gobierno no tiene intención de modificar su previsión de crecimiento de la economía española del 1,3 por ciento para 2011, lo que no significa que no esté "absolutamente atento" a las consecuencias de la crisis de deuda soberana europea. Salgado explicó que la Comisión Europea ha revisado sus previsiones macroeconómicas porque así lo tenía previsto en su calendario y no porque "el diferencial de la deuda de algún país haya llegado a 300 puntos básicos o las bolsas hayan caído un 5 por ciento". Ha señalado que la CE no ha cambiado su previsión para España, que mantiene en el 0,8 por ciento, porque -según Salgado- entiende que aunque puede haber ahora una desaceleración, en el primer trimestre del año el crecimiento fue "robusto". Asimismo, ha asegurado que el Gobierno también mantiene su previsión de que el déficit público se sitúe en el 6 por ciento al cierre de 2011 y ha recordado que para reforzar el cumplimiento de ese objetivo se decidió incrementar los pagos que las empresas realizan a cuenta del Impuesto de Sociedades. No obstante, ha afirmado que los ingresos del Estado se siguen comportando conforme a lo previsto. Preguntada por los ajustes presupuestarios que están acometiendo algunas comunidades autónomas como Baleares, ha dicho que sólo espera que los recortes que acometan las administraciones territoriales afecten "lo mínimo posible al gasto social". Asimismo, ha mostrado su reconocimiento y respeto por la labor realizada por los sindicatos durante la crisis.