Durao Barroso advierte que no son una solución inmediata y que Grecia deberá hacer sus deberesbruselas. Madura sin prisa pero sin pausa el plan de gestionar de manera conjunta la deuda pública de los 17 Estados que comparten el euro como moneda única. Ayer se atrevió a esgrimirlo en una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo el conservador portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. Barroso es un político que en Bruselas nunca ha destacado por osado y mucho menos por temerario. Ni por encabezar iniciativas antes de tener amarrado el apoyo de, al menos, las todopoderosas Alemania y Francia. Ayer no se limitó a plantear de forma sonada la creación de los denominados eurobonos,sino que además abrió una vía rápida para emitirlos. La puesta en marcha podría llegar tarde para Grecia, pero quizás no para España. Ayudar a España e Italia De los eurobonos se espera que rebajen los intereses que países como Grecia, Irlanda, Portugal, España o Italia deben pagar a unos mercados que desde hace un año y medio desconfían de su solvencia. Alemania y Holanda han liderado hasta la fecha a los países que se oponen a crear algún tipo de Agencia Europea de la Deuda Pública que emita eurobonos. Principalmente, porque al avalar la deuda de los países sospechosos verían aumentar el coste de financiar la propia. Pero la crisis del euro se ha agravado hasta tal punto que amenaza no sólo a los eslabones débiles de la eurodivisa, sino al conjunto de la economía europea y mundial. "Ha habido mucho debate sobre la necesidad de crear eurobonos. Quiero confirmar que la Comisión presentará pronto opciones para introducirlos", anunció ayer Barroso. "Algunas de estas opciones podrían aplicarse dentro de los términos del Tratado actual, otras requerirían cambios del Tratado". Resquicios legales Si los juristas comunitarios han encontrado de verdad resquicios para emitir eurobonos sin tener que abrir una incierta negociación de reforma de los tratados de la UE que se podría dilatar a lo largo de varios años, este proyecto podría convertirse en realidad en cuestión de meses. Eso sí, quizás la fórmula y su alcance sea menos ambiciosa que si se renegociaran los Tratados para tener más margen legal. "Seamos honestos", apostilló Barroso refiriéndose a la creación de eurobonos: "No será una solución inmediata para todos los problemas [...] ni sustituirá los deberes que Grecia está haciendo". Cumbre decisiva: 17 de octubre Dos son ya los primeros espadas comunitarios que se han tirado a la piscina en defensa de los eurobonos. El primero fue Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo: las reuniones de los ministros de Economía de los países de la zona euro. Lo hizo en primavera y comprobó que no había agua. El belga Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo y el luso José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, también están a favor de esta medida. Pero visto el rechazo alemán, prefirieron esperar mejor momento para lanzarse al agua. Ayer por fin decidió mojarse Durao Barroso. De manera soterrada trabaja Van Rompuy, como adelantó el pasado 13 de septiembre elEconomista. El exprimer ministro belga teje en privado contactos con todas y cada una de las capitales de Eurolandia para formular el texto de un acuerdo que reciba el apoyo unánime de los participantes en la cumbre europea prevista los días 17 y 18 de octubre en Bruselas. Acuerdo que ponga en marcha el proyecto de creación de algún tipo de eurobonos -quizás no se llamen así para que Berlín pueda salvar la cara y decir que sigue sin apoyarlos- y de una agencia europea de gestión conjunta de la deuda pública.