La agencia Moody's advierte de una rebaja del 'rating' de las comunidades por la creciente deudabruselas. España vuelve a salir mal parada de un documento sobre economía de la Comisión Europea. En este caso se trata de la edición de 2011 del informe sobre las Finanzas Públicas en la Unión Económica y Monetaria, presentada ayer en Bruselas, según el cual España será incapaz de cumplir con su objetivo de reducción del déficit público este año y el que viene. Como telón de fondo, la preocupación de este documento gira también en torno a la precaria sostenibilidad de la montaña de deuda pública acumulada a lo largo de la crisis actual por los países de la zona euro. En concreto, la Comisión Europea calcula que el déficit español termine este año en el 6,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 6 por ciento que prevé el Gobierno. En 2012, el déficit alcanzará el 5,3 por ciento según Bruselas, frente al 4,4 por ciento que espera Madrid. Bruselas también reeditó las recomendaciones que realizó a España el pasado mes de julio, entre las que destaca que se controle el déficit y la deuda pública en los que incurren los Gobiernos de las Comunidades Autónomas. Y es que a este respecto, la deuda y el déficit acuciantes de las regiones españolas sigue siendo motivo de alerta, en este caso por parte de las grandes agencias de calificación de riesgos. En concreto, el desequilibrio del 1,2 por ciento del PIB registrado por los Gobiernos regionales en los seis primeros meses del año, alcanzando prácticamente así el 1,3 por ciento previsto para todo 2011, refleja la "incapacidad" de éstos para frenar el gasto y afrontar sus déficit estructurales, lo que afecta negativamente al rating, ha advertido la agencia de calificación Moody's. Disminución de ingresos Las Comunidades Autónomas españolas cerraron el primer semestre con un déficit de 13.066,49 millones, el 1,2 por ciento del PIB, según informó el pasado martes la vicepresidenta económica, Elena Salgado, quien explicó que este desequilibrio es consecuencia de la disminución del 3,5 por ciento de los ingresos no financieros, mientras que los gastos aumentaron un 0,48 por ciento, aunque se mostró convencida de que tanto el Estado como las Comunidades Autónomas cumplirán lo previsto. Sin embargo, Moody's opina que "el Gobierno central, como ya hizo el año pasado, tendrá que compensar los pobres resultados financieros de las regiones sobrepasando su propio objetivo de déficit para cumplir el límite del 6 por ciento". De hecho, la calificadora de riesgos considera "crítica" la necesidad de las Comunidades Autónomas de reducir sustancialmente sus costes, aunque desconfía de su capacidad para que el recorte que pudieran alcanzar este ejercicio sea suficiente para cumplir con sus objetivos de déficit, vistas las trayectorias de ingresos y gastos del primer semestre. El 29 de julio, Moody's ya había rebajado los ratings de seis regiones españolas por la degradación de sus posiciones fiscales y de deuda. En concreto, Castilla-La Mancha, que la rebajó de A2 a A3; Comunidad Autonoma de Murcia, de A1 a A2, con perspectiva negativa; Comunidad Valenciana, de A2 a A3, con perspectiva negativa; Cataluña, a Baa1 desde A3, con perspectiva negativa; la Junta de Andalucía, a Aa3 de Aa2, con perpectiva negativa y de la Junta de Castilla y León, a Aa3 desde Aa2, con perspectiva negativa. Rebaja del 'rating' Las rebajas de Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia se debieron a que la agencia esperaba que tuvieran graves dificultades para mejorar en 2011. En el caso del rating de Castilla-La Mancha, aún podría bajar más, sentenciaba Moody's, si el recién elegido Gobierno regional fracasa en la implantación de medidas creíbles para reducir el abultado déficit. Y, precisamente, el informe de la Sindicatura de Cuentas sobre las finanzas de la Junta de Castilla-La Mancha desveló ayer que a 30 de junio tenía 2.813,7 millones de obligaciones por pagar a corto plazo y un déficit presupuestario real de 2.251 millones de euros. Este informe advierte de la existencia de una "cuantía significativa" de gastos devengados que no se encuentran contabilizados ni consignados en el presupuesto y de más de 381 millones de modificaciones de crédito realizadas sin financiación y apunta la existencia de prácticas como el pago de subvenciones no contabilizadas por haber sido aprobadas sin la correspondiente reserva de crédito o el "bloqueo selectivo" del sistema de control económico-financiero de la Junta. El síndico de Cuentas, Miguel Ángel Cabezas de Herrera, cifra el déficit consolidado a mitad de año en 1.532 millones de euros, pero, tras hacer una estimación de la cifra de gastos realizados y no contabilizados, determina que el déficit presupuestario real por operaciones no financieras es de 2.251 millones de euros, el 6,1 por ciento del PIB regional. El informe alerta de que ese déficit es casi tan elevado como todo el acumulado en 2010, que fue de 2.434 millones, el más alto de España en relación al PIB. Creciente deuda Volviendo al contexto europeo y con relación a la deuda, la perspectiva para España es también peor que la del grueso de sus socios del Viejo Continente. "Para algunos países como Grecia, Irlanda, Portugal, Reino Unido y España, el elevado aumento del nivel de deuda desde el inicio de la crisis significa que la reducción alrededor de 2014 será pequeña e invertir los aumentos vistos desde el inicio de la crisis probablemente llevará muchos más años". El informe desarrolla diferentes modelos y escenarios para medir la sostenibilidad de la deuda pública en los países de la UE. Los rescatados Grecia, Irlanda y Portugal no son ni mucho menos los únicos Estados que superan diversos umbrales que disparan la alarma. Incluso Francia y Alemania superan los umbrales del documento y también lo hacen Italia y España. "Unos pocos Estados miembros siguen siendo fiscalmente insostenible,s incluso bajo un escenario optimista", avisa el informe, antes de citar que son "Grecia e Irlanda según el primer modelo, y Francia, Grecia, Hungría, Irlanda y Portugal según el segundo modelo". El informe comunitario calcula que el conjunto de la deuda pública europea toque techo el año que viene al alcanzar un nivel equivalente al 82,5 por ciento del producto interior bruto (PIB) del Viejo Continente. En 2014 bajará al 79,9 por ciento del PIB, que sigue estando cerca del 80 por ciento registrado en 2010, "considerablemente más elevado que el nivel anterior a la crisis". Dicho con otras palabras: "Se espera que la deuda siga incrementándose, aunque haya vuelto el crecimiento económico, hasta que la consolidación haya estado en marcha durante el tiempo suficiente".