Trichet, por su parte, cree urgente que se apliquen las reformas pactadas en julioMADRID. La canciller alemana, Angela Merkel, no piensa que ningún país de la zona euro vaya a abandonar la moneda común y advirtió de que esta circunstancia provocaría un peligroso "efecto dominó". "Desde un punto de vista técnico y legal no hay ninguna posibilidad, pero tampoco pienso sobre ello porque podríamos desencadenar un efecto dominó que sería muy peligroso para nuestro sistema monetario", dijo en respuesta a las voces cada vez más críticas con la ayuda alemana a Grecia. Pacto de Estabilidad Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, consideró ayer "absolutamente necesario" que los gobiernos de la eurozona apliquen de manera "inmediata" las reformas pactadas por el eurogrupo el pasado 21 de julio. "Está claro que tenemos la absoluta necesidad se que se apliquen inmediatamente todas las decisiones tal y como fue acordado por los líderes europeos", dijo Trichet en un discurso pronunciado en París. Asimismo, el presidente del BCE volvió a criticar la flexibilización en 2004 y 2005 de la supervisión, a petición de las principales economías de la eurozona, del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. "El BCE expresó en ese momento su más profunda preocupación sobre el impacto negativo de esta reforma en el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria", recordó Trichet, quien señaló que, por este motivo, "ha instado a los gobiernos a aplicar lo pactado en julio de la manera más rigurosa". "Uno puede imaginar que mañana, yendo más allá de lo que se prevé actualmente, si pese a las recomendaciones un país no toma o es incapaz de tomar las decisiones requeridas, debería ser posible tomarlas desde el centro de la divisa única", indicó Trichet. El líder del BCE señaló que un gobierno económico más centralizado en la zona euro tendría responsabilidad por el sistema bancario, permitiéndole al sector financiero despegarse de los riesgos soberanos.