El nuevo 'euro supervisor' plantea que el fondo de rescate garantice los bonos emitidos por las entidades financierasbruselas. La recién creada Autoridad Bancaria Europea (EBA, según sus siglas en inglés), organismo con sede en Londres cuya misión es coordinar a los supervisores y reguladores nacionales de la banca en el Viejo Continente, prevé desvelar la semana que viene sus propuestas para que los poderes públicos impulsen la recapitalización de las entidades de crédito. El objetivo es doble. Por una parte, reducir los apuros que los bancos sufren para lograr en el mercado el capital que necesitan para garantizar su solvencia y liquidez a medio y largo plazo. Y por otro lado, disipar los temores que los mercados siguen albergando sobre la solidez del sistema bancario, temores que además de lastrar al sistema financiero también obstaculizan la incierta recuperación de la economía europea y mundial. Sistema de garantías Entre otras ideas, el embrión de lo que quizás en el futuro sea un supervisor europeo único baraja que el fondo de rescate de países de la zona euro al borde de la quiebra ponga en marcha un sistema de garantías que respalde las emisiones de bonos de los bancos, según ha informado esta semana el rotativo británico Financial Times. La idea de la autoridad bancaria continental ya ha provocado el rechazo de Alemania, el Estado más influyente de la UE y de lejos el contribuyente principal y fundamental a las intervenciones de rescate. Previsiblemente también levantará ampollas en Austria, Finlandia y Holanda, reacios a aumentar las ayudas a los países y las entidades con dificultades. Berlín considera que este esquema de garantías en estudio iría más allá de lo que permiten las nuevas competencias atribuidas al fondo de rescate a través de un complicado acuerdo alcanzado hace poco más de un mes entre los jefes de Estado o de Gobierno de los 17 países que comparten el euro como moneda única. Acuerdo que contempla el refuerzo del fondo, la ampliación de sus poderes, así como la flexibilización de ciertas ayudas para evitar el desplome del sistema bancario en países en apuros, y que aún tardará meses en ser ratificado por cada país para luego poder entrar en vigor. El mecanismo de auxilio para evitar la bancarrota de países del euro está engrosado por 440.000 millones de euros. En las operaciones de rescate de Irlanda y Portugal, el fondo ya ha previsto partidas para ayudar a recapitalizar los bancos de ambos países. El alcance de sus nuevos poderes está aún pendiente de ser explorado.