Estudia una operación con intercambio de acciones, que prevé cerrar en 2008barcelona. Colonial bucea en el océano del ladrillo para ver si encuentra una boya que le ayude a reflotar la deuda que le está ahogando. Ahora, ese salvavidas que tiene en sus manos se llama Gecina, con la cual ha mantenido conversaciones preliminares para su unión. Este posible matrimonio entre ambas compañías ha entusiasmado tanto a Colonial que se ha puesto a trabajar en serio. Por eso, está buscando la fórmula mágica para llevar a cabo esta boda. Una medida que plantea es una operación entre Gecina y su filial francesa de Colonial, SFL, siempre y cuando no se pierdan la ventajas fiscales de las que gozan ambas compañías. Otra alternativa es una combinación entre Gecina y Colonial. Así lo explicó el consejero delegado de la inmobiliaria, Mariano de Miguel, tras terminar la junta de accionistas. Por ahora, son bocetos de una operación que, según desde donde se mire, están más definidos o son imprecisos. Fuentes cercanas a Rivero reiteraron de nuevo a este diario que por ahora sólo hay conversaciones preliminares y que Gecina estará dispuesta a estudiar todo lo que se le plantee, pero sin prisas, que a veces matan. Está claro que el enigma se resolverá en 2008. Tanto Rivero como Portillo saldrían beneficiados de este matrimonio. Por una parte, el primero podría diluir su paquete en Gecina y por lo tanto no se vería obligado a lanzar una opa por el capital de la compañía. Por otra parte, Portillo podría rebajar su nivel de endeudamiento y reducir su capital en SFL para cumplir la ley francesa. Si se llevara a cabo la fusión entre Gecina y SFL, lo lógico sería que la primera absorbiera la segunda y que Colonial pasase a ser un accionista minoritario, con una participación del 30 por ciento del capital del nuevo grupo, según Ibersecurities. En una futura integración entre Gecina y Colonial, la firma advierte que la segunda estaría sobrevalorada en cuanto al valor neto de sus activos (NAV). Salga o no salga la boda con Gecina, Colonial pretenden seguir buceando en el océano inmobiliario internacional para realizar alguna "combinación empresarial", señaló De Miguel. La idea es un intercambio de acciones o crear filiales conjuntas con compañías del mismo tamaño que Colonial.