Sarkozy sube temporalmente la carga fiscal en un 3% a los que ganen más de 500.000 eurosFrancia revisa a la baja por segunda vez esta semana el crecimiento para 2011 y 2012 al 1,75%Sarkozy sube temporalmente la carga fiscal en un 3% a los que ganen más de 500.000 eurosFrancia revisa a la baja por segunda vez esta semana el crecimiento para 2011 y 2012 al 1,75%Sarkozy sube temporalmente la carga fiscal en un 3% a los que ganen más de 500.000 eurosFrancia revisa a la baja por segunda vez esta semana el crecimiento para 2011 y 2012 al 1,75%madrid. Francia ha demostrado que su lugar en la Unión Europea está al lado de Alemania y no ha tardado nada en dar los pasos necesarios para cumplir sus compromisos económicos y avanzar hacia la convergencia fiscal. El primer ministro francés, François Fillon, dio ayer un paso de gigante al anunciar una reforma fiscal que tenderá a igualar los impuestos que pagan las empresas galas con los de las alemanas. La modificación del Impuesto sobre Sociedades se incluye dentro de una larga lista de ajustes fiscales entre los que destaca la subida fiscal a los ricos y el recorte a las exoneraciones tributarias y va aumentar la imposición sobre la plusvalías inmobiliarias y es esta medida la que le proporcionará mayores en ingresos (200 millones en 2011 y 2.200 millones en 2012). Con estas medidas el Gobierno galo prevé ahorrar 12.000 millones euros hasta 2012 para cumplir con el objetivo de déficit del 3 por ciento en 2013. Francia se ha aliado con Alemania para meter presión a los demás países de la UE y conseguir la armonización de los impuestos sobre las empresas. La próxima semana aprobará una reforma sobre los mecanismos de compensación de pérdidas con ganancias que permite deducir las primeras de las segundas y así reducir la base imponible del impuesto. "El objetivo es alinear los Impuestos de Sociedades de Francia con los de Alemania", aseguró durante la rueda de prensa François Fillón. La amornización de este gravamen es una de las principales preocupaciones de la canciller Angela Merkel, ya que ha llevado a países como Irlanda, con un tipo teórico del 12,5 por ciento, a convertirse en la sede de grandes multinacionales en detrimento de Berlín o París, con un tipo del 29 por ciento y del 33 por ciento. Sarkozy va a aumentar la presión fiscal para recaudar 1.000 millones en 2011 y 11.000 millones adicionales en 2012 para cumplir los objetivos de déficit del 4,6 por ciento (incluso del 4,5) en 2012 y del 3 en 2013. Las medidas de Sarkozy Una de las medidas más famosas es el alza tributaria a los ricos. Sarkozy, con el respaldo de los principales millonarios galos, aprobará un incremento del 3 por ciento de los impuestos a quienes ingresen más de medio millón de euros anuales. Esta medida es temporal y parece dirigida a limpiar la imagen de los ricos y no sólo a equilibrar los presupuestos. La subida fiscal, con la que se prevé ingresar 200 millones de euros, se aplicará en 2012 sobre los ingresos procedentes del trabajo y del capital de 2011 y estará vigente hasta que el déficit se sitúe en el 3 por ciento. A su vez, el presidente galo aprobará un incremento del Impuesto sobre las Renta del Capital de un 1,2 por ciento, pasando del 12,3 actual al 13,5 por ciento. Otra de las medidas recaudatorias es el alza de los impuesto al tabaco y el alcohol. Fillon anunció una subida del precio del tabaco del 6 por ciento en 2011, que se sumará a otra del 6 por ciento en 2012 y que supondrá un ingreso adicional de 90 millones este año y 600 millones el año que viene. Por su parte, las bebidas alcohólicas, entre las que no se encuentran ni el vino ni el ron, sufrirán un alza de 90 céntimos por litro. El Gobierno, con la vista puesta en las elecciones, se ha centrado en que las medidas no supongan recortes sociales ni afecten negativamente a los trabajadores y por ello se han centrado en los privilegios. En este sentido ha recortado un 10 por ciento las exenciones fiscales, como por ejemplo la supresión de la desgravación de los impuestos a la segunda vivienda. El presidente galo, que también ha incluido una regla de oro en la constitución para asegurar el equilibro fiscal, ha dado un paso atrás en su medida estrella para impulsar las horas extra y ha vaciado su propia ley de contenido eliminando los beneficios fiscales por el trabajo suplementario. Este esfuerzo de consolidación presupuestario, que se suma al recorte de 45.000 millones anunciado en 2010, se ampliará en 2013, ya que dentro de las medidas se contempla que se aprueben ajustes extra por un cantidad mínima de 3.000 millones. Rebaja de previsiones El tijeretazo adicional presentado por el Gobierno galo busca calmar a los mercados y asegurar los objetivos de déficit ante una desaceleración del crecimiento. No en vano, la caída del consumo interno y la debilidad del comercio exterior ha obligado al Ministerio de Economía francés a revisar a la baja sus estimaciones de PIB para 2011 y 2012 tras el crecimiento plano registrado en el segundo trimestre de 2011. Tanto para este año como para el siguiente, Francia prevé un crecimiento interanual del 1,75 por ciento, un 0,25 por ciento menos que el previsto en 2011 y un 0,5 menos que el calculado para 2012. madrid. Francia ha demostrado que su lugar en la Unión Europea está al lado de Alemania y no ha tardado nada en dar los pasos necesarios para cumplir sus compromisos económicos y avanzar hacia la convergencia fiscal. El primer ministro francés, François Fillon, dio ayer un paso de gigante al anunciar una reforma fiscal que tenderá a igualar los impuestos que pagan las empresas galas con los de las alemanas. La modificación del Impuesto sobre Sociedades se incluye dentro de una larga lista de ajustes fiscales entre los que destaca la subida fiscal a los ricos y el recorte a las exoneraciones tributarias y va aumentar la imposición sobre la plusvalías inmobiliarias y es esta medida la que le proporcionará mayores en ingresos (200 millones en 2011 y 2.200 millones en 2012). Con estas medidas el Gobierno galo prevé ahorrar 12.000 millones euros hasta 2012 para cumplir con el objetivo de déficit del 3 por ciento en 2013. Francia se ha aliado con Alemania para meter presión a los demás países de la UE y conseguir la armonización de los impuestos sobre las empresas. La próxima semana aprobará una reforma sobre los mecanismos de compensación de pérdidas con ganancias que permite deducir las primeras de las segundas y así reducir la base imponible del impuesto. "El objetivo es alinear los Impuestos de Sociedades de Francia con los de Alemania", aseguró durante la rueda de prensa François Fillón. La amornización de este gravamen es una de las principales preocupaciones de la canciller Angela Merkel, ya que ha llevado a países como Irlanda, con un tipo teórico del 12,5 por ciento, a convertirse en la sede de grandes multinacionales en detrimento de Berlín o París, con un tipo del 29 por ciento y del 33 por ciento. Sarkozy va a aumentar la presión fiscal para recaudar 1.000 millones en 2011 y 11.000 millones adicionales en 2012 para cumplir los objetivos de déficit del 4,6 por ciento (incluso del 4,5) en 2012 y del 3 en 2013. Las medidas de Sarkozy Una de las medidas más famosas es el alza tributaria a los ricos. Sarkozy, con el respaldo de los principales millonarios galos, aprobará un incremento del 3 por ciento de los impuestos a quienes ingresen más de medio millón de euros anuales. Esta medida es temporal y parece dirigida a limpiar la imagen de los ricos y no sólo a equilibrar los presupuestos. La subida fiscal, con la que se prevé ingresar 200 millones de euros, se aplicará en 2012 sobre los ingresos procedentes del trabajo y del capital de 2011 y estará vigente hasta que el déficit se sitúe en el 3 por ciento. A su vez, el presidente galo aprobará un incremento del Impuesto sobre las Renta del Capital de un 1,2 por ciento, pasando del 12,3 actual al 13,5 por ciento. Otra de las medidas recaudatorias es el alza de los impuesto al tabaco y el alcohol. Fillon anunció una subida del precio del tabaco del 6 por ciento en 2011, que se sumará a otra del 6 por ciento en 2012 y que supondrá un ingreso adicional de 90 millones este año y 600 millones el año que viene. Por su parte, las bebidas alcohólicas, entre las que no se encuentran ni el vino ni el ron, sufrirán un alza de 90 céntimos por litro. El Gobierno, con la vista puesta en las elecciones, se ha centrado en que las medidas no supongan recortes sociales ni afecten negativamente a los trabajadores y por ello se han centrado en los privilegios. En este sentido ha recortado un 10 por ciento las exenciones fiscales, como por ejemplo la supresión de la desgravación de los impuestos a la segunda vivienda. El presidente galo, que también ha incluido una regla de oro en la constitución para asegurar el equilibro fiscal, ha dado un paso atrás en su medida estrella para impulsar las horas extra y ha vaciado su propia ley de contenido eliminando los beneficios fiscales por el trabajo suplementario. Este esfuerzo de consolidación presupuestario, que se suma al recorte de 45.000 millones anunciado en 2010, se ampliará en 2013, ya que dentro de las medidas se contempla que se aprueben ajustes extra por un cantidad mínima de 3.000 millones. Rebaja de previsiones El tijeretazo adicional presentado por el Gobierno galo busca calmar a los mercados y asegurar los objetivos de déficit ante una desaceleración del crecimiento. No en vano, la caída del consumo interno y la debilidad del comercio exterior ha obligado al Ministerio de Economía francés a revisar a la baja sus estimaciones de PIB para 2011 y 2012 tras el crecimiento plano registrado en el segundo trimestre de 2011. Tanto para este año como para el siguiente, Francia prevé un crecimiento interanual del 1,75 por ciento, un 0,25 por ciento menos que el previsto en 2011 y un 0,5 menos que el calculado para 2012. madrid. Francia ha demostrado que su lugar en la Unión Europea está al lado de Alemania y no ha tardado nada en dar los pasos necesarios para cumplir sus compromisos económicos y avanzar hacia la convergencia fiscal. El primer ministro francés, François Fillon, dio ayer un paso de gigante al anunciar una reforma fiscal que tenderá a igualar los impuestos que pagan las empresas galas con las alemanas, tal y como se pactó en primavera y se anunció la semana pasada. La modificación del Impuesto sobre Sociedades se incluye dentro de una larga lista de ajustes fiscales entre los que destaca la subida fiscal a los ricos y el recorte a las exoneraciones tributarias con los que el Gobierno de Nicolas Sarkozy prevé ahorrar 12.000 millones euros hasta 2012 y así, cumplir con el objetivo de déficit del 3 por ciento en 2013. Francia se ha aliado con Alemania para meter presión a los demás países de la UE y conseguir la armonización de los impuestos sobre las empresas. La próxima semana aprobará una reforma sobre los mecanismos de compensación de pérdidas con ganancias que permite deducir las primeras de las segundas y así reducir la base imponible del impuesto. "El objetivo es alinear los Impuestos de Sociedades de Francia con los de Alemania", aseguró durante la rueda de prensa François Fillón. La amornización de este gravamen es una de las principales preocupaciones de la canciller Angela Merkel ya que ha llevado a países como Irlanda, con un tipo teórico del 12,5 por ciento, a convertirse en la sede de grandes multinacionales en detrimento de Berlín o París con un tipo del 29 por ciento y del 33 por ciento. Las medidas de Sarkozy Sarkozy va a aumentar la presión fiscal para recaudar 1.000 millones en 2011 y 11.0000 millones adiciones en 2012 para cumplir los objetivos de déficit del 4,6 por ciento (incluso del 4,5 si se mejora el crecimento) en 2012 y del 3 en 2013. Una de las medidas más famosas es el alza tributaria a los ricos. El Gobierno de Sarkozy, con el respaldo de los principales millonarios galos, aprobará un incremento del 3 por ciento de los impuestos a quienes ingresen más de medio millón euros anuales. Pero, esta medida es temporal y parece dirigida a limpiar la imagen de los más ricos y no sólo a equilibrar los presupuestos nacionales. La subida fiscal, con la que se prevé ingresar 200 millones de euros, se aplicará en 2012 sobre los ingresos procedentes del trabajo y del capital de 2011 y sólo estará vigente hasta que el déficit de Francia se sitúe en el 3 por ciento. A su vez, el presidente galo aprobará un incremento del Impuesto sobre las Renta del Capital de un 1,2 por ciento pasando del 12,3 por ciento actual al 13,5 por ciento. Otra de las medidas recaudatorias es el alza de los impuesto al tabaco y el alcohol. Fillon anunció una subida del precio del tabaco del 6 por ciento en 2011, que se sumará a otra del 6 por ciento en 2012 y que supondrá un ingreso adicional de 90 millones este año y 600 millones el año que viene. Por su parte, las bebidas alcohólicas, entre las que no se encuentran ni el vino ni el ron, sufrirán un alza de 90 céntimos por litro. El Gobierno, con la vista puesta en las elecciones, se ha centrado en que las medidas no supongan recortes sociales ni afecten negativamente a los trabajadores por ello se han centrado en los privilegios. En este sentido se ha creado un tributo suplementario del 10 por ciento para todos los nichos o exenciones fiscales. El presidente galo, que también ha incluido una Regla de Oro en la constitución para asegurar el equilibro fiscal, ha dado un paso atrás en su medida estrella para impulsar las horas extra y ha vaciad su propia ley de contenido eliminado los beneficios fiscales por el trabajo suplementario. Este esfuerzo de consolidación presupuestario que se suma al recorte de 45.000 millones anunciado en 2010, se ampliará en 2013 ya que dentro de las medidas se contempla que se apruebe ajustes extra por un cantidad mínima de 3.000 millones. Rebaja de previsiones El tijeretazo adicional presentado por el gobierno galo busca calmar a los mercado y asegurar los objetivos de déficit ante una desaceleración del crecimiento. No en vano, la caída del consumo interno y la debilidad del comercio exterior ha obligado al ministerio de economía francés a revisar a la baja sus estimaciones de PIB para 2011 y 2012 tras el crecimiento plano registrado en el segundo trimestre de 2011. Tanto para este año como para el siguiente, Francia prevé un crecimiento interanual del 1,75 por ciento, un 0,25 por ciento menos que el previsto en 2011 y un 0,50 por ciento menos que el calculado para 2012.