Se suceden las críticas a Merkel y Sarkozy por tomar decisiones "por todos"bruselas/madrid. La presión de los mercados y la inestabilidad de la economía mundial aumentan las dudas sobre el futuro del euro. El último en sumarse a las críticas fue Jacques Delors. El que fuera presidente de la Comisión Europea y uno de los principales impulsores del proceso de integración europeo y de la creación de la Moneda Única aseguró ayer que tanto el euro como el proyecto de construcción europea se encuentran "al borde del abismo". En este sentido, el francés criticó la falta de pragmatismo y la "timidez" de los actuales líderes políticos europeos para afrontar los retos planteados desde los mercados financieros. El galo se mostró especialmente crítico con el liderazgo ejercido por Alemania y Francia, las dos mayores economías de la zona euro, ya que, a su juicio, tanto Angela Merkel como Nicolas Sarkozy no han ofrecido una respuesta contundente a la crisis, sino propuestas "difusas e insuficientes". "Abramos los ojos. El euro y Europa se encuentran al borde del abismo", aseguró el político galo -es el padre de la precandidata socialista a la presidencia del país, Martine Aubry- en una entrevista concedida al diario suizo Le Temps. En este sentido, el exmandatario subraya que para no caer "la elección es simple: que los Estados miembros acepten la cooperación económica reforzada que siempre propuse o bien acepten transferir mayores poderes a la Unión". "Medidas inadecuadas" El acuerdo alcanzado entre Merkel y Sarkozy el pasado martes no acaba de convencer ni a los mercados ni a los analistas internacionales. De hecho, mientras las bolsas se hunden las críticas se suceden. Especialmente duras son las que llegan desde el socialismo europeo, que denuncia que los dos mandatarios "tomen decisiones por todos" y aseguraron que las medidas son "totalmente inadecuadas". Al igual que los liberales europeos, los socialistas lamentaron que rechazasen la creación de eurobonos para poner fin a la crisis del euro. El Gobierno holandés se opuso a la aplicación del impuesto a las transacciones financieras y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) aseguró que París y Berlín "envían las señales equivocadas" y se opuso a unas medidas que harán que "la especulación financiera continúe en los próximos días y semanas". El opositor Partido Social Demócrata alemán (SPD), por su parte, criticó el acuerdo por rechazar la creación de eurobonos y por no ofrecer una solución real a la crisis de deuda. Y es que los eurobonos y su implantación acaparan la mayor parte de las críticas. Expertos internacionales consideran que si los mercados se esperan una cesión de Alemania en la implantación de los mismos, la decepción puede ser muy grande. Asimismo, el acuerdo plantea dudas por su insuficiencia. De nuevo la izquierda considera que son necesarias medidas adicionales -como una rebaja de los tipos de interés- para animar la actividad económica en toda la región.