La energética desarrollará proyectos eólicos y marinos en la próxima décadamadrid. Iberdrola vuelve a mover ficha en el exterior. Esta vez en Escocia. La española le ha hecho una propuesta al regulador británico Ofgem, a través de su filial ScottishPower, para ampliar la red de transporte de electricidad y para aumentar la capacidad eólica terrestre y marina. Su idea es invertir 3.500 millones de euros de aquí a los próximos diez años. Se trataría de una red que haría posible la conexión de hasta 11 gigavatios (GW) de potencia, que llevaría a una mayor integración de energía renovable y aumentaría la actual capacidad de interconexión entre Inglaterra y Escocia. Una proyecto que, además, llevaría aparejada la creación de 1.500 nuevos puestos de trabajo por parte de la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán. Con esa capacidad extra también se conseguiría estar más cerca del objetivo del país para el año 2020: cubrir toda su demanda eléctrica con renovables. La iniciativa da respuesta al regulador, que anunció a principios de año un nuevo marco económico para retribuir las inversiones en transporte y que animaba a presentar nuevos proyectos en este ámbito para la próxima década. Alianza sólida El primer ministro escocés se mostró muy satisfecho ante el anuncio. Alex Salmond dio calurosamente la bienvenida al mismo y añadió que "los proyectos de ScottishPower para mejorar la transmisión asegurarán que la red sea capaz de llevar las provisiones crecientes de energía limpia verde generada a mercados domésticos y europeos. Con proyectos para enjaezar hasta 10 gigavatios de capacidad en aguas escocesas hacia 2020, junto a otras fuentes renovables, será esencial que los generadores puedan distribuir la potencia donde sea necesaria". Salmond confirmó que "estos proyectos crearán cientos de nuevos empleos y subrayarán el compromiso de la empresa española con Escocia, como el hecho de trabajar juntos para perseguir un futuro de perfil bajo en carbón para estas islas y para Europa". De las dos iniciativas presentadas por la energética, la primera supone la conexión de hasta 5 GW de nuevos proyectos de energía verde en la zona de distribución de ScottishPower, y un total de 11 en todo el país. Niveles que equivalen a cuatro veces la electricidad que produce la central de Longannet, que es la más grande de Escocia. La segunda, que consistiría en triplicar la interconexión Inglaterra-Escocia, hasta los 6,6 GW. Eso permitiría que en el futuro las centrales no tengan que parar o reiniciar su producción de manera repentina si hay poca disponibilidad en la red. Esa actividad a su vez le ahorraría a Ofgem más de un millón y medio de libras en 2021, y hasta once millones en 2030, en lo tocante a gastos de compensación a las centrales. Todo ello irá acompañado de una serie de inversiones para mantener esa red y garantizar siempre el suministro. Para conseguirlo, renovará cerca de una quinta parte de subestaciones y reemplazará o remodelará unos 800 kilómetros de líneas eléctricas. El futuro es el mar Pero Iberdrola no se olvida de que su gran apuesta tecnológica es por la energía marina, de las olas o también denominada de las mareas, considerada como la segunda revolución de las energías renovables. Para conseguirlo, cuenta con una cartera de proyectos de más de 10.000 MW en Europa que dirige desde Glasgow, sede de su filial ScottishPower. Precisamente fue en el Reino Unido donde comenzó a pergeñar el desarrollo de su primer proyecto de este tipo, el de West Of Duddon Sands, que tendrá una potencia de 389 MW.