El PIB galo tuvo crecimiento cero entre abril y junio y el de Atenas bajó un 6,9%bruselas. Comienzan a caer las grandes potencias. Los líderes de la zona euro llevan semanas subrayando que la crisis de deuda no se ciñe ya a los socios, en teoría, más débiles de la moneda única. A saber: los países rescatados, además de España e Italia. Y así lo pusieron ayer negro sobre blanco las cifras del Instituto Nacional de Estadística francés al anunciar que la economía gala se estancó en el segundo trimestre del año en curso. Sin matices, el PIB de la República presidida por Sarkozy registró un crecimiento cero entre abril y junio, frente al alza de casi 1 por ciento que llegó a registrar en los tres primeros meses del ejercicio. Aunque el que no se consuela es porque no quiere, ya que esta nula variación, siendo mala, no lo es tanto como la registrada por el PIB griego, que en el mismo periodo se desplomó un 6,9%. Las cifras del PIB francés contrastan con las propias perspectivas del Instituto, que en su momento llegó a prever un incremento del 0,3 por ciento. Y además se quedan también muy lejos de los números pronosticados desde el Banco de Francia, que vaticinaban un crecimiento del 0,2 por ciento. Aunque chocan principalmente con la velocidad de crucero registrada por el PIB francés en enero, febrero y marzo, cuando merced al repunte del 0,9 por ciento experimentó el crecimiento más sólido en alrededor de cinco años. A tenor de los datos, el consumo interno se convirtió en la rúbrica principal que tiró del indicador hacia abajo, tras registrar el gasto de los hogares una caída del 0,7 por ciento. Frente a esta bajada, el capítulo de la formación bruta de capital se erigió como el salvavidas del cuadro económico. Y la inversión atribuible a los particulares experimentó una subida del 1,4 por ciento, mientras que la correspondiente a las Administraciones Públicas se apuntó un 0,7 por ciento. El comercio exterior incluso mejoró con relación al primer trimestre del año. Entre abril y junio repuntó un 0,3 por ciento ante el retroceso del 0,5 por ciento consignado en los tres primeros meses de 2011. A pesar del inesperado frenazo de la economía gala, el ministro de Economía, François Baroin, confirmó que el Ejecutivo mantiene su previsión para el conjunto del ejercicio. Según los pronósticos del Elíseo, Francia crecerá un 2 por ciento en 2011 y, más aún, un 2,25 en 2012. Desde Bruselas, no obstante, se muestran menos optimistas y vaticinan que el PIB galo acumulará un repunte del 1,8 a cierre del ejercicio y del 2 el próximo curso. Grecia, en caída libre El patinazo de la economía francesa, sin embargo, se queda a años luz de la caída experimentada por la griega también en el segundo trimestre de 2011. Según la Autoridad de Estadística del país mediterráneo, el crecimiento heleno encajó un retroceso del 6,9 por ciento entre abril y junio respecto al mismo periodo del curso anterior. Esta acusada contracción se debe al desplome de la demanda interna, que vio cómo la mejora del balance comercial atenuaba su aportación al indicador.