El Banco de España evita así indemnizar a la primera ejecutiva de la entidadEl Banco de España evita así indemnizar a la primera ejecutiva de la entidadEl Banco de España evita así indemnizar a la primera ejecutiva de la entidadmadrid. María Dolores Amorós deja de ser directora general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Los gestores designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para tomar las riendas de la malograda caja alicantina tomaron ayer la decisión de apartar a la primera ejecutiva de la entidad, dejándola sin empleo pero manteniéndole el sueldo. Según aseguraron fuentes de la entidad consultadas por este periódico, la número dos de la CAM se mantendrá como empleada de la entidad, aunque sin funciones asignadas dentro de ella. Sin embargo, esta polémica decisión adoptada por los nuevos gestores de la entidad se justifica en que el Frob se evita hacer frente a una millonaria indemnización con dinero público. Una contingencia que tendrán que subsanar los futuros adjudicatarios de la entidad intervenida. Amorós ocupaba el cargo desde el 11 de noviembre de 2010, cuando sustituyó a Roberto López Abad. El anterior director general de la entidad, a quien se le considera el principal mentor de Amorós para asumir las funciones ejecutivas, fue el encargado de dejar paso a la ahora destituida para facilitar la integración de CAM en Banco Base (la unión de Cajastur, Extremadura y Cantabria). Sin embargo, aquella operación se frustró por la progresiva pérdida de poder de la alicantina en la nueva entidad así como por la negativa de la astuariana a cargar, entre otras cosas, con el elevado volumen de vencimientos que tendría que afrontar la CAM durante los dos próximos años que, como adelató este periódico, se cifraba en torno los 9.000 millones de euros. Tras el desembarco del Frob el pasado 22 de julio, María Dolores Amorós fue confirmada por los nuevos gestores de la caja hasta ayer, que optaron por asumir directamente todas las funciones ejecutivas. No obstante, ahora tan sólo se ha oficializado algo que de facto se venía ejerciendo desde antes, incluso, de la intervención. Junto con la destitución de todo el consejo de administración, los administradores desginados por el Frob tenían que autorizar expresamente cada una de las decisiones adoptadas por María Dolores Amorós, así como por todo el equipo directivo de la entidad alicantina, según fuentes próximas a la entidad.madrid. María Dolores Amorós deja de ser directora general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Los gestores designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para tomar las riendas de la malograda caja alicantina tomaron ayer la decisión de apartar a la primera ejecutiva de la entidad, dejándola sin empleo pero manteniéndole el sueldo. Según aseguraron fuentes de la entidad consultadas por este periódico, la número dos de la CAM se mantendrá como empleada de la entidad, aunque sin funciones asignadas dentro de ella. Sin embargo, esta polémica decisión adoptada por los nuevos gestores de la entidad se justifica en que el Frob se evita hacer frente a una millonaria indemnización con dinero público. Una contingencia que tendrán que subsanar los futuros adjudicatarios de la entidad intervenida. Amorós ocupaba el cargo desde el 11 de noviembre de 2010, cuando sustituyó a Roberto López Abad. El anterior director general de la entidad, a quien se le considera el principal mentor de Amorós para asumir las funciones ejecutivas, fue el encargado de dejar paso a la ahora destituida para facilitar la integración de CAM en Banco Base (la unión de Cajastur, Extremadura y Cantabria). Sin embargo, aquella operación se frustró por la progresiva pérdida de poder de la alicantina en la nueva entidad así como por la negativa de la astuariana a cargar, entre otras cosas, con el elevado volumen de vencimientos que tendría que afrontar la CAM durante los dos próximos años que, como adelató este periódico, se cifraba en torno los 9.000 millones de euros. Tras el desembarco del Frob el pasado 22 de julio, María Dolores Amorós fue confirmada por los nuevos gestores de la caja hasta ayer, que optaron por asumir directamente todas las funciones ejecutivas. No obstante, ahora tan sólo se ha oficializado algo que de facto se venía ejerciendo desde antes, incluso, de la intervención. Junto con la destitución de todo el consejo de administración, los administradores desginados por el Frob tenían que autorizar expresamente cada una de las decisiones adoptadas por María Dolores Amorós, así como por todo el equipo directivo de la entidad alicantina, según fuentes próximas a la entidad.madrid. María Dolores Amorós deja de ser directora general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Los gestores designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para tomar las riendas de la malograda caja alicantina tomaron ayer la decisión de apartar a la primera ejecutiva de la entidad, dejándola sin empleo pero manteniéndole el sueldo. Según aseguraron fuentes de la entidad consultadas por este periódico, la número dos de la CAM se mantendrá como empleada de la entidad, aunque sin funciones asignadas dentro de ella. Sin embargo, esta polémica decisión adoptada por los nuevos gestores de la entidad se justifica en que el Frob se evita hacer frente a una millonaria indemnización con dinero público. Una contingencia que tendrán que subsanar los futuros adjudicatarios de la entidad intervenida. Amorós ocupaba el cargo desde el 11 de noviembre de 2010, cuando sustituyó a Roberto López Abad. El anterior director general de la entidad, a quien se le considera el principal mentor de Amorós para asumir las funciones ejecutivas, fue el encargado de dejar paso a la ahora destituida para facilitar la integración de CAM en Banco Base (la unión de Cajastur, Extremadura y Cantabria). Sin embargo, aquella operación se frustró por la progresiva pérdida de poder de la alicantina en la nueva entidad así como por la negativa de la astuariana a cargar, entre otras cosas, con el elevado volumen de vencimientos que tendría que afrontar la CAM durante los dos próximos años que, como adelató este periódico, se cifraba en torno los 9.000 millones de euros. Tras el desembarco del Frob el pasado 22 de julio, María Dolores Amorós fue confirmada por los nuevos gestores de la caja hasta ayer, que optaron por asumir directamente todas las funciones ejecutivas. No obstante, ahora tan sólo se ha oficializado algo que de facto se venía ejerciendo desde antes, incluso, de la intervención. Junto con la destitución de todo el consejo de administración, los administradores desginados por el Frob tenían que autorizar expresamente cada una de las decisiones adoptadas por María Dolores Amorós, así como por todo el equipo directivo de la entidad alicantina, según fuentes próximas a la entidad.