Société Générale cedió más de un 14% debido a los rumores desmentidos sobre su falta de solvenciaSociété Générale cedió más de un 14% debido a los rumores desmentidos sobre su falta de solvenciaLas principales entidades del país poseen 118.262 millones de euros en deuda gala, el 6,5% del total madrid. Con un ojo puesto en la crisis de deuda de la eurozona y otro en los temores a una nueva desaceleración económica, la banca europea se desplomó en la bolsa. Los temores a una posible rebaja del rating de la deuda francesa han echado gasolina al fuego de la incertidumbre que arrasa los mercados, llevando a los inversores a vender con el rumor. El Stoxx Banks, el índice europeo que agrupa a los principales bancos del continente, cerró ayer en los 138,08 puntos al caer un 6,72 por ciento, la mayor caída registrada por el selectivo desde finales de marzo de 2009 cuando cedió un 8,53 por ciento. Los bancos más perjudicados han sido los italianos y los franceses, con descensos de dos dígitos. Intesa Sanpaolo ha recortado un 13,7 por ciento. Société Générale y Crédit Agricole se hundieron un 14,7 por ciento y un 11,8 por ciento respectivamente, el primero gravemente afectado por las dudas en torno a su solvencia, aunque a última hora un portavoz del banco desmintió "categóricamente" todos los rumores sobre la entidad. Deutsche Bank, por su parte se desplomó un 7,4 por ciento y el italiano UniCredit cedió un 9,4 por ciento. Los bancos franceses se encuentran entre los más afectados por la fuga de capitales que vivió ayer el mercado, debido a su exposición a la deuda de su país. Las cuatro principales entidades galas poseen el 6,5 por ciento de toda la deuda francesa. BNP Paribas, que cedió un 9,5 por ciento, tiene en su balance 20.741 millones de euros en bonos galos mientras que Crédit Agricole, uno de los que más cayó, compró hasta 32.176 millones de deuda. La entidad francesa que más exposición tiene es BPCE, con 46.073 millones, mientras que Société Générale es la que menos, con 19.272 millones. Si España e Italia son demasiado grandes para caer o ser rescatados, la simple idea de que la economía francesa se pudiera incluir en la lista de los PIGS hizo sucumbir a la Bolsa de París (cedió un 5,45 por ciento) y el resto de los mercados europeos (Italia, cayó un 6,65 por ciento y Alemania un 5,13 por ciento). Y eso que tanto el Ministerio francés de Economía como las tres grandes agencias de calificación desmintieron "formalmente" los rumores que apuntan a una posible rebaja del rating. Los bancos españoles también sufrieron fuertes caídas. BBVA y Banco Santander cerraron con recortes del 7,8 por ciento y el 8,3 por ciento, respectivamente, hasta perder los seis euros por acción por primera vez desde marzo de 2009. El tercero que más cedió fue Banco Popular, que registró caídas del 6,7 por ciento. El comportamiento de los bancos españoles arrastró al Ibex 35 hasta los 7.966 tras caer un 5,49 por ciento. No en vano, la entidad que preside Emilio Botín y BBVA ponderan en el selectivo español un 16,8 por ciento y el 9 por ciento, respectivamente. Desde el 22 de julio, cuando se confirmó que la banca europea participaría con 50.000 millones en el segundo rescate griego y se aprobó una reestructuración parcial de la deuda helena, la falta de concreción sobre qué medidas se tomarán se tradujo en las caídas continuadas que se han visto en la banca europea. Intesa Sanpaolo y Société Générale son los que más han cedido desde entonces con recortes del 36 por ciento y el 42 por ciento. La capitalización del banco italiano se ha reducido hasta los 21.328 millones de euros y la del francés, hasta los 20.190 millones. Estos recortes también han afectado a Banco Santander y BBVA, que tienen 177 millones y 104 millones de euros en deuda helena, respectivamente. madrid. Con un ojo puesto en la crisis de deuda de la eurozona y otro en los temores a una nueva desaceleración económica, la banca europea se desplomó en la bolsa. Los temores a una posible rebaja del rating de la deuda francesa han echado gasolina al fuego de la incertidumbre que arrasa los mercados, llevando a los inversores a vender con el rumor. El Stoxx Banks, el índice europeo que agrupa a los principales bancos del continente, cerró ayer en los 138,08 puntos al caer un 6,72 por ciento, la mayor caída registrada por el selectivo desde finales de marzo de 2009 cuando cedió un 8,53 por ciento. Los bancos más perjudicados han sido los italianos y los franceses, con descensos de dos dígitos. Intesa Sanpaolo ha recortado un 13,7 por ciento. Société Générale y Crédit Agricole se hundieron un 14,7 por ciento y un 11,8 por ciento respectivamente, el primero gravemente afectado por las dudas en torno a su solvencia, aunque a última hora un portavoz del banco desmintió "categóricamente" todos los rumores sobre la entidad. Deutsche Bank, por su parte se desplomó un 7,4 por ciento y el italiano UniCredit cedió un 9,4 por ciento. Los bancos franceses se encuentran entre los más afectados por la fuga de capitales que vivió ayer el mercado, debido a su exposición a la deuda de su país. Las cuatro principales entidades galas poseen el 6,5 por ciento de toda la deuda francesa. BNP Paribas, que cedió un 9,5 por ciento, tiene en su balance 20.741 millones de euros en bonos galos mientras que Crédit Agricole, uno de los que más cayó, compró hasta 32.176 millones de deuda. La entidad francesa que más exposición tiene es BPCE, con 46.073 millones, mientras que Société Générale es la que menos, con 19.272 millones. Si España e Italia son demasiado grandes para caer o ser rescatados, la simple idea de que la economía francesa se pudiera incluir en la lista de los PIGS hizo sucumbir a la Bolsa de París (cedió un 5,45 por ciento) y el resto de los mercados europeos (Italia, cayó un 6,65 por ciento y Alemania un 5,13 por ciento). Y eso que tanto el Ministerio francés de Economía como las tres grandes agencias de calificación desmintieron "formalmente" los rumores que apuntan a una posible rebaja del rating. Los bancos españoles también sufrieron fuertes caídas. BBVA y Banco Santander cerraron con recortes del 7,8 por ciento y el 8,3 por ciento, respectivamente, hasta perder los seis euros por acción por primera vez desde marzo de 2009. El tercero que más cedió fue Banco Popular, que registró caídas del 6,7 por ciento. El comportamiento de los bancos españoles arrastró al Ibex 35 hasta los 7.966 tras caer un 5,49 por ciento. No en vano, la entidad que preside Emilio Botín y BBVA ponderan en el selectivo español un 16,8 por ciento y el 9 por ciento, respectivamente. Desde el 22 de julio, cuando se confirmó que la banca europea participaría con 50.000 millones en el segundo rescate griego y se aprobó una reestructuración parcial de la deuda helena, la falta de concreción sobre qué medidas se tomarán se tradujo en las caídas continuadas que se han visto en la banca europea. Intesa Sanpaolo y Société Générale son los que más han cedido desde entonces con recortes del 36 por ciento y el 42 por ciento. La capitalización del banco italiano se ha reducido hasta los 21.328 millones de euros y la del francés, hasta los 20.190 millones. Estos recortes también han afectado a Banco Santander y BBVA, que tienen 177 millones y 104 millones de euros en deuda helena, respectivamente. madrid. Con un ojo puesto en la crisis de deuda de la eurozona y el otro en los temores a una nueva desaceleración económica, la banca europea se ha desplomado en la bolsa. Los temores a una posible rebaja de la calificación de la deuda francesa han echado gasolina al fuego de la incertidumbre que arrasa los mercados, llevando a los inversores a vender con el rumor. El Stoxx Banks, el índice europeo que agrupa a las principales entidades financieras del continente, cerró ayer en los 138,08 puntos tras caer un 6,72 por ciento, la mayor caída registrada por el selectivo desde finales de marzo de 2009 cuando cedió un 8,53 por ciento. Los bancos más perjudicados han sido los italianos y los franceses, con descensos de dos dígitos. Intesa Sanpaolo ha recortado un 13,7 por ciento. Société Générale y Crédit Agricole se hundieron un 14,7 por ciento y un 11,8 por ciento respectivamente, el primero gravemente afectado por las dudas en torno a su solvencia, aunque a última hora un portavoz del banco desmintió "categóricamente" todos los rumores sobre la entidad. El Deutsche Bank, por su parte se desplomó un 7,4 por ciento hasta los 28,77 euros por acción y el italiano UniCredit cedió un 9,4 por ciento. Los bancos franceses se encuentran entre los más afectados por la huida de capitales que vivió ayer el mercado, debido a su fuerte exposición a la deuda de su país. Las cuatro principales entidades galas poseen el 6,5 por ciento de toda la deuda francesa. BNP Paribas, que cedió un 9,5 por ciento hasta los 35,61 euros por título, tiene en su balance 20.741 millones de euros en bonos galos mientras que Crédit Agricole, uno de los que más cayó, compró hasta 32.176 millones de deuda. La entidad francesa que más exposición tiene es BPCE, con 46.073 millones, mientras que Société Générale es la que menos, con 19.272 millones. Si España e Italia son demasiado grandes para caer o ser rescatados, la simple idea de que la economía francesa se pudiera incluir en la lista de los PIGS ha hecho sucumbir a la Bolsa de París (cedió un 5,45 por ciento) y el resto de los mercados europeos (Italia, cayó un 6,65 por ciento y Alemania un 5,13 por ciento). Y eso que tanto el Ministerio francés de Economía como las tres grandes agencias de calificación (Moody's. Standard and Poor's y Fitch) desmintieron "formalmente" los rumores que apuntan a una posible degradación del rating. Los bancos españoles también sufrieron fuertes caídas, aunque menos pronunciadas que las del resto de Europa. BBVA y Banco Santander han cerrado con recortes del 7,8 por ciento y el 8,3 por ciento, respectivamente, hasta perder los seis euros por acción por primera vez desde marzo de 2009. El tercero que más cedió fue Banco Popular, que registró caídas del 6,7 por ciento. El comportamiento de los bancos españoles arrastró al Ibex 35 hasta los 7.966 tras caer un 5,49 por ciento. No en vano, la entidad que preside Emilio Botín y BBVA ponderan en el selectivo español un 16,8 por ciento y el 9 por ciento, respectivamente. Desde el pasado 22 de julio, cuando se confirmó que la banca europea participaría con 50.000 millones en el segundo rescate griego y se aprobó una reestructuración parcial de la deuda helena, la falta de concreción en torno a qué medidas se tomarán se ha traducido en las caídas continuadas que se han visto en la banca europea. Intesa Sanpaolo y Société Générale son los que más han cedido desde entonces con recortes del 36 por ciento y el 42 por ciento. La capitalización del banco italiano se ha reducido hasta los 21.328 millones de euros y la del francés, hasta los 20.190 millones. Estos recortes también han afectado al valor bursátil del Santander y BBVA, que tienen 281 millones de euros en deuda soberana griega (177 y 104 millones de euros, respectivamente).