Lleva el modelo que se aplica en la líneas de móviles a las tarjetasmadrid. Caja Inmaculada ha desarrollado y lanzado al mercado también su propia Tarjeta precarga CAI, que permite al usuario disponer del saldo que él decida, y recargarla con el dinero que desee, en el momento que lo necesite. Podrá emplearse para pagos y compras en cualquier establecimiento así como para extraer dinero en cajeros automáticos de cualquier lugar del mundo. La Tarjeta CAI no está vinculada a ninguna cuenta y se dirige al público en general, sin demasiadas concreciones puesto su manejo está pensado para cualquier edad. Si bien, por sus características, está especialmente indicada para jóvenes que quieren administrar su propio dinero y que han crecido en la "cultura de la precarga", padres que prefieren dar cierta autonomía económica a sus hijos. Las empresas que lo deseen pueden utilizarlas para gestionar de otra forma los gastos o dietas de sus empleados, ya que el límite de uso viene determinado por el saldo disponible en la tarjeta y no por las veces que se pase por el datáfono. Regalar dinero Igualmente, está pensada como "tarjeta regalo". La tarjeta tiene una validez de tres años, con lo cual no queda fácilmente invalidada por caducidad, está exenta de gastos de mantenimiento, gestión, intereses o descubiertos por falta de saldo, e incluye un seguro de asistencia en viajes y de accidentes. La recarga se puede realizar a través de multitud de canales y puntos de fácil acceso: servicio telefónico CAI Directo, servicio de Internet CAI online, cajeros automáticos y oficinas de Caja Inmaculada donde la atención será profesional y cuidada. El límite máximo de carga es de 3.000 euros sin haber límite mínimo.