Rajoy promete otra reforma financiera y no subir impuestos ni hacer recortes socialesRajoy promete otra reforma financiera y no subir impuestos ni hacer recortes socialesRajoy promete otra reforma financiera y no subir impuestos ni hacer recortes sociales

Defiende que el cambio creará confianza y quiere aprobar el Presupuesto de 2012 en el primer trimestreDefiende que el cambio creará confianza y quiere aprobar el Presupuesto de 2012 en el primer trimestreDefiende que el cambio creará confianza y quiere aprobar el Presupuesto de 2012 en el primer trimestremadrid. El semanario británico The Economist definía ayer al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, como "el hombre que no tiene nada que decir" y le advertía de que, de seguir con esa actitud callada y moderada, se arriesga a encontrarse en sólo cuatro meses con un Gobierno en minoría y con poco peso político. Horas después, Rajoy adelantaba en una entrevista con Europa Press algunas de sus recetas en respuesta a las tensiones de los mercados internacionales. El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno marca, sin grandes sorpresas, su hoja de ruta o, al menos, como reconoce, "el deseo" de la que es su hoja de ruta. Pero no avanza grandes reformas más allá de reconocer que la reestructuración no le vale y que, cuando esté en el poder, habrá que llevar a cabo una reforma "más a fondo". Rajoy defiende que "lo primero" que tiene que producirse para crear un clima de confianza es "un cambio de Gobierno" que dé seguridad y certidumbre de cara al futuro. Y saca pecho. El líder del PP asegura que ha llegado el momento de los "gobernantes de cuajo con un liderazgo claro, determinación y coraje" para afrontar la crisis. Entre sus compromisos asegura que no subirá los impuestos y que no quiere tocar el Estado del Bienestar. El principal objetivo del presidente del PP es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años" y, para ello, quiere que los Presupuestos Generales del Estado para 2012 estén aprobados en el primer trimestre, para que España "vuelva a ser un país fiable". "Lo ideal sería tenerlos aprobados antes, pero desgraciadamente no va a ser así. No hay tiempo material para hacerlo", admite. En cuanto a los plazos, Rajoy confía en "dar la vuelta a la situación en un plazo razonable", pero prefiere no mojarse porque poner una fecha a la salida de la crisis lo considera "insensato y frívolo". Menos gasto corriente A partir de ahí, Rajoy tiene un plan de choque con tres medidas que, asegura, aplicará de forma inmediata si gana las elecciones del 20 de noviembre. La primera de ellas pasa por una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para establecer un techo de gasto a todas las comunidades autónomas y cumplir así el objetivo de déficit comprometido con Bruselas. En cuanto a las fórmulas para reducir el déficit, Rajoy avanza que no tiene previsto subir impuestos ni tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como sanidad, educación o pensiones. Además, el líder del PP muestra su intención de mantener el Salario Mínimo Interprofesional, aunque admite que la subida del sueldo de los funcionarios dependerá del crecimiento. ¿Su argumento? Confía en que, cuando llegue el PP a La Moncloa, la actividad económica se recuperará y permitirá que se recaude más, lo que servirá para reducir el déficit público. "Si crecemos y aumentamos los ingresos, las cosas cambiarán", asegura Rajoy, para recordar que España ya vivió una situación similar en 1996 y que "no tiene el deseo" de tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como está ocurriendo en Cataluña. "Lo sensato es combinar" el aumento de los ingresos con la reducción de los gastos, remarcó Rajoy, para adelantar su intención de reducir "el gasto corriente y el gasto superfluo", lo que se traduce en la reducción "de un sinfín de organismos públicos sin utilidad", así como en la eliminación de las duplicidades. Igualmente, Rajoy avanzó su intención de que la oferta pública de empleo esté "bien estudia- da" para tener un Estado "fuerte, pero no inmensamente costoso". Rebaja fiscal para pymes En línea con el anuncio que realizó el día del Debate sobre el Estado de la Nación, Rajoy fija como su segunda prioridad la aprobación de una Ley de Emprendedores que, en un guiño a las pymes, incluirá una rebaja del 5 por ciento en el Impuesto sobre Sociedades y que contemple medidas que faciliten la creación de empleo. "Sin ellos la salida de la crisis será muy difícil", destaca el máximo dirigente de Génova. En tercer lugar, Rajoy se compromete a sacar adelante una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas para que "los ciudadanos tengan un conocimiento absoluto de en qué grado se gasta su dinero". Del lado de las reformas estructurales, el líder popular avanza su pretensión de "trabajar a fondo" en la reestructuración del sistema financiero, pero no entra en ninguna más. Del mismo modo, apunta a la necesidad de apostar de "forma clara" por la educación, de trabajar "en la unidad de mercado", así como en una política energética que tenga en cuenta los costes de las energías. Sin embargo, ve "difícil" bajar las tarifas eléctricas. En lo político, Rajoy advierte a Bildu de que su presencia en las instituciones del País Vasco y Navarra es "reversible" con la ley actual.madrid. El semanario británico The Economist definía ayer al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, como "el hombre que no tiene nada que decir" y le advertía de que, de seguir con esa actitud callada y moderada, se arriesga a encontrarse en sólo cuatro meses con un Gobierno en minoría y con poco peso político. Horas después, Rajoy adelantaba en una entrevista con Europa Press algunas de sus recetas en respuesta a las tensiones de los mercados internacionales. El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno marca, sin grandes sorpresas, su hoja de ruta o, al menos, como reconoce, "el deseo" de la que es su hoja de ruta. Pero no avanza grandes reformas más allá de reconocer que la reestructuración no le vale y que, cuando esté en el poder, habrá que llevar a cabo una reforma "más a fondo". Rajoy defiende que "lo primero" que tiene que producirse para crear un clima de confianza es "un cambio de Gobierno" que dé seguridad y certidumbre de cara al futuro. Y saca pecho. El líder del PP asegura que ha llegado el momento de los "gobernantes de cuajo con un liderazgo claro, determinación y coraje" para afrontar la crisis. Entre sus compromisos asegura que no subirá los impuestos y que no quiere tocar el Estado del Bienestar. El principal objetivo del presidente del PP es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años" y, para ello, quiere que los Presupuestos Generales del Estado para 2012 estén aprobados en el primer trimestre, para que España "vuelva a ser un país fiable". "Lo ideal sería tenerlos aprobados antes, pero desgraciadamente no va a ser así. No hay tiempo material para hacerlo", admite. En cuanto a los plazos, Rajoy confía en "dar la vuelta a la situación en un plazo razonable", pero prefiere no mojarse porque poner una fecha a la salida de la crisis lo considera "insensato y frívolo". Menos gasto corriente A partir de ahí, Rajoy tiene un plan de choque con tres medidas que, asegura, aplicará de forma inmediata si gana las elecciones del 20 de noviembre. La primera de ellas pasa por una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para establecer un techo de gasto a todas las comunidades autónomas y cumplir así el objetivo de déficit comprometido con Bruselas. En cuanto a las fórmulas para reducir el déficit, Rajoy avanza que no tiene previsto subir impuestos ni tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como sanidad, educación o pensiones. Además, el líder del PP muestra su intención de mantener el Salario Mínimo Interprofesional, aunque admite que la subida del sueldo de los funcionarios dependerá del crecimiento. ¿Su argumento? Confía en que, cuando llegue el PP a La Moncloa, la actividad económica se recuperará y permitirá que se recaude más, lo que servirá para reducir el déficit público. "Si crecemos y aumentamos los ingresos, las cosas cambiarán", asegura Rajoy, para recordar que España ya vivió una situación similar en 1996 y que "no tiene el deseo" de tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como está ocurriendo en Cataluña. "Lo sensato es combinar" el aumento de los ingresos con la reducción de los gastos, remarcó Rajoy, para adelantar su intención de reducir "el gasto corriente y el gasto superfluo", lo que se traduce en la reducción "de un sinfín de organismos públicos sin utilidad", así como en la eliminación de las duplicidades. Igualmente, Rajoy avanzó su intención de que la oferta pública de empleo esté "bien estudia- da" para tener un Estado "fuerte, pero no inmensamente costoso". Rebaja fiscal para pymes En línea con el anuncio que realizó el día del Debate sobre el Estado de la Nación, Rajoy fija como su segunda prioridad la aprobación de una Ley de Emprendedores que, en un guiño a las pymes, incluirá una rebaja del 5 por ciento en el Impuesto sobre Sociedades y que contemple medidas que faciliten la creación de empleo. "Sin ellos la salida de la crisis será muy difícil", destaca el máximo dirigente de Génova. En tercer lugar, Rajoy se compromete a sacar adelante una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas para que "los ciudadanos tengan un conocimiento absoluto de en qué grado se gasta su dinero". Del lado de las reformas estructurales, el líder popular avanza su pretensión de "trabajar a fondo" en la reestructuración del sistema financiero, pero no entra en ninguna más. Del mismo modo, apunta a la necesidad de apostar de "forma clara" por la educación, de trabajar "en la unidad de mercado", así como en una política energética que tenga en cuenta los costes de las energías. Sin embargo, ve "difícil" bajar las tarifas eléctricas. En lo político, Rajoy advierte a Bildu de que su presencia en las instituciones del País Vasco y Navarra es "reversible" con la ley actual.madrid. El semanario británico The Economist definía ayer al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, como "el hombre que no tiene nada que decir" y le advertía de que, de seguir con esa actitud callada y moderada, se arriesga a encontrarse en sólo cuatro meses con un Gobierno en minoría y con poco peso político. Horas después, Rajoy adelantaba en una entrevista con Europa Press algunas de sus recetas en respuesta a las tensiones de los mercados internacionales. El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno marca, sin grandes sorpresas, su hoja de ruta o, al menos, como reconoce, "el deseo" de la que es su hoja de ruta. Pero no avanza grandes reformas más allá de reconocer que la reestructuración no le vale y que, cuando esté en el poder, habrá que llevar a cabo una reforma "más a fondo". Rajoy defiende que "lo primero" que tiene que producirse para crear un clima de confianza es "un cambio de Gobierno" que dé seguridad y certidumbre de cara al futuro. Y saca pecho. El líder del PP asegura que ha llegado el momento de los "gobernantes de cuajo con un liderazgo claro, determinación y coraje" para afrontar la crisis. Entre sus compromisos asegura que no subirá los impuestos y que no quiere tocar el Estado del Bienestar. El principal objetivo del presidente del PP es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años" y, para ello, quiere que los Presupuestos Generales del Estado para 2012 estén aprobados en el primer trimestre, para que España "vuelva a ser un país fiable". "Lo ideal sería tenerlos aprobados antes, pero desgraciadamente no va a ser así. No hay tiempo material para hacerlo", admite. En cuanto a los plazos, Rajoy confía en "dar la vuelta a la situación en un plazo razonable", pero prefiere no mojarse porque poner una fecha a la salida de la crisis lo considera "insensato y frívolo". Menos gasto corriente A partir de ahí, Rajoy tiene un plan de choque con tres medidas que, asegura, aplicará de forma inmediata si gana las elecciones del 20 de noviembre. La primera de ellas pasa por una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para establecer un techo de gasto a todas las comunidades autónomas y cumplir así el objetivo de déficit comprometido con Bruselas. En cuanto a las fórmulas para reducir el déficit, Rajoy avanza que no tiene previsto subir impuestos ni tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como sanidad, educación o pensiones. Además, el líder del PP muestra su intención de mantener el Salario Mínimo Interprofesional, aunque admite que la subida del sueldo de los funcionarios dependerá del crecimiento. ¿Su argumento? Confía en que, cuando llegue el PP a La Moncloa, la actividad económica se recuperará y permitirá que se recaude más, lo que servirá para reducir el déficit público. "Si crecemos y aumentamos los ingresos, las cosas cambiarán", asegura Rajoy, para recordar que España ya vivió una situación similar en 1996 y que "no tiene el deseo" de tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como está ocurriendo en Cataluña. "Lo sensato es combinar" el aumento de los ingresos con la reducción de los gastos, remarcó Rajoy, para adelantar su intención de reducir "el gasto corriente y el gasto superfluo", lo que se traduce en la reducción "de un sinfín de organismos públicos sin utilidad", así como en la eliminación de las duplicidades. Igualmente, Rajoy avanzó su intención de que la oferta pública de empleo esté "bien estudia- da" para tener un Estado "fuerte, pero no inmensamente costoso". Rebaja fiscal para pymes En línea con el anuncio que realizó el día del Debate sobre el Estado de la Nación, Rajoy fija como su segunda prioridad la aprobación de una Ley de Emprendedores que, en un guiño a las pymes, incluirá una rebaja del 5 por ciento en el Impuesto sobre Sociedades y que contemple medidas que faciliten la creación de empleo. "Sin ellos la salida de la crisis será muy difícil", destaca el máximo dirigente de Génova. En tercer lugar, Rajoy se compromete a sacar adelante una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas para que "los ciudadanos tengan un conocimiento absoluto de en qué grado se gasta su dinero". Del lado de las reformas estructurales, el líder popular avanza su pretensión de "trabajar a fondo" en la reestructuración del sistema financiero, pero no entra en ninguna más. Del mismo modo, apunta a la necesidad de apostar de "forma clara" por la educación, de trabajar "en la unidad de mercado", así como en una política energética que tenga en cuenta los costes de las energías. Sin embargo, ve "difícil" bajar las tarifas eléctricas. En lo político, Rajoy advierte a Bildu de que su presencia en las instituciones del País Vasco y Navarra es "reversible" con la ley actual.