La firma barcelonesa fabrica castillos medievales y casitas para que los pequeños aprendan a montarlas y colorearlasbarcelona. ¿Quién dijo que todos los juguetes funcionan con pilas, son de plástico y sólo sirven para estimular la violencia? Siga leyendo esta crónica y comprobará que todavía quedan ideas creativas para estimular a los más pequeños. "Dejé mi profesión de diseñadora gráfica para dedicarme a un proyecto personal que creara juguetes educativos con cartón reciclado", comenta Laura García, la fundadora de la empresa catalana A-World. Su principal producto, que este año lanza por primera vez al mercado español en Navidad, son casas y castillos no más altas de 160 centímetros, elaboradas en cartón reciclado y que los más pequeños pueden colorear o decorar con adhesivos. Estos juguetes que tienen forma de casas y castillos medievales y que deben montar los niños se venden en tiendas específicas como el Boulevard Rosa de Barcelona o el comercio Zeppelin en Girona. "Tengo la intención de exportar este proyecto empresarial a toda España y en un plazo de tres años salir al exterior, porque la vocación de este negocio es internacional", comenta García en conversación con elEconomista. La voluntad de la fundadora pasa por abrir tienda propia en Barcelona el año 2010 si el negocio tiene aceptación social. El capital para iniciar la empresa ha sido de 70.000 euros. En 2005 nace la idea de crear A-World, con el lema un mundo de aventuras. En aquellos momentos era sólo un sueño. Sin embargo, el proyecto siguió adelante, el plan de negocio se desarrolló y empezaron a trabajar en los primeros diseños. Los juguetes de cartón reciclado que pone a la venta A-World ponen al alcance de niños de 3 a 8 años una herramienta que les permite vivir sus propias aventuras de una forma segura, creativa y respetuosa con el medio ambiente, contribuyendo al desarrollo de sus capacidades como individuos. El precio de venta recomendado es de 50 euros la unidad. El código ético de la empresa tiene varias prioridades, entre ellas la de estimular el desarrollo de las distintas capacidades de los niños incentivando su imaginación. Para esta Navidad se comercializarán dos modelos: Decora en forma de casa y Camelot, el castillo medieval. Por ahora no se distribuye en el extranjero pero la compañía tiene la voluntad de poner en marcha un plan de crecimiento a corto-medio plazo. A-World prevé activar la venta por Internet de sus casas y castillo de cartón, prevista para principios de 2008, con el fin de poder acercar el producto a aquellos niños que no tengan ningún punto de venta cercano e iniciar la exportación. Laura García diseña ella misma las estructuras de cartón reciclado. "Como madre y como emprendedora tenía la necesidad de contribuir al crecimiento y a la educación de muchos niños en un mundo en el que predominan los juguetes violentos y de plástico", asegura. En su primera campaña navideña espera vender 30.000 unidades de sus juguetes que, "no sólo pretenden impulsar la creatividad de los pequeños que pueden personalizar sus casas , sino también fomentar el respeto por el medio ambiente", explica García.