El banco británico presenta hoy sus resultados semestrales en los que se espera una caída del beneficio del 24%madrid. El banco británico HSBC planea anunciar hoy, coincidiendo con la presentación de unos resultados semestrales que se esperan por debajo de lo previsto, el despido de 10.000 de sus empleados en todo el mundo, según informaba ayer la cadena británica Skynews. El primer banco europeo por valor en Bolsa, que cuenta en la actualidad con una plantilla de más de 300.000 empleados, planea que los despidos se hagan efectivos durante el transcurso del año que viene, como parte de la estrategia de su nuevo consejero delegado, Stuart Gulliver, que anunció el pasado mayo un multimillonario plan de ahorro de costes. Se prevé que el gigante de la banca HSBC presente hoy unos resultados muy por debajo de lo previsto en relación al primer semestre del año, con unos beneficios brutos de unos 757 millones de euros (1.090 millones de dólares) frente a los 771 millones de euros (1.110 millones de dólares) anunciados durante el mismo periodo del año anterior. La caída en los beneficios también podrían afectar al resto de los grandes bancos británicos, Lloyds, Royal Bank of Scotland y Barclays, que presentarán sus resultados semestrales a lo largo de la semana que viene. Planes gubernamentales La propuesta de la Comisión independiente de la banca británica (ICB en sus siglas en inglés) de separar la banca comercial de la de negocios y el inestable clima de la economía global ha afectado a los beneficios de los primeros meses del año de los bancos británicos. En este sentido, HSBC ya advirtió hace unos meses que la separación de divisiones en la banca británica podría costar unos 12.000 millones de euros. Su ejecución recortaría las reservas de las principales entidades, que deberían afrontar los elevados costes de reformas estructurales que podrían revertir los beneficios. Las previsiones de HSBC los elevan a una horquilla de entre los 8.000 y los 10.000 millones de libras, pero el impacto podría ser incluso superior si los inversores corporativos retiran sus depósitos por la inquietud. Las acciones de Lloyds y Royal Bank of Scotland, dos bancos intervenidos por el gobierno británico, cayeron en un 30 por ciento y un 17 por ciento respectivamente en el primer semestre del año. Las acciones de Barclays bajaron un 26 por ciento y las de HSBC perdieron un 14 por ciento de su valor en ese mismo periodo. En el caso de Barclays se espera que anuncie una caída de un 24 por ciento en sus beneficios.