Los expertos coinciden en que el diferencial con respecto a Alemania justifica nuevos recortes madrid. El mercado de renta fija volvió a protagonizar ayer otro de esos viernes de pasión a los que tanto se han acostumbrado los inversores en los últimos tiempos. Y España fue la clara protagonista. No sólo gracias a la agencia de calificación crediticia Moody´s, con su rebaja de la perspectiva de la deuda y su amenaza de un nuevo recorte de rating, sino también gracias al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien anunció elecciones anticipadas para la conocida fecha del 20 de noviembre. Si bien el presidente se encargó de asegurar que el anuncio nada tuvo que ver con Moody´s, lo cierto es que ayer no fue la primera vez que los caminos de ambos se cruzaron. Claro, que en muy diferentes contextos. Y es que mientras que el 9 de septiembre de 2009, Moody´s regaló a Zapatero un inmejorable contexto para hablar de las bondades de la economía española (reafirmó la triple A de España al descolgarle la etiqueta de país "vulnerable") justo el día en que el presidente comparecía ante el Congreso de los Diputados para hablar de economía, ahora la agencia le pone en bandeja la incertidumbre económica en la que está inmersa España como excusa que pueda justificar la convocatoria de elecciones anticipadas. La reacción a ambas noticias, pero sobre todo a la primera, no tardó en llegar y vino acompañada de la característica volatilidad que ahora acampa a sus anchas en el mercado de deuda. El resultado fue el mismo de los dos días anteriores: la prima de riesgo encadenó su tercera sesión consecutiva al alza e incluso llegó a tocar el psicológico nivel de los 360 puntos (cerró, no obstante, en los 354) y la rentabilidad del bono español a diez años hizo lo propio, al repuntar hasta el 6,08 por ciento. Unas cifras que no sólo avalan la decisión de Moody's de recortar el rating de España sino que además auguran que puede que el anunciado por la agencia no sea el último ya que, según apunta Ofelia Marín, de Banca March, "la prima de riesgo es peor que el rating de España". "¿Puede alguien pensar que hay alguna lógica que tengamos sólo un escalón de diferencia en la calificación respecto a Alemania, cuando los diferenciales de deuda se están consolidando alrededor de los 300 puntos básicos?", se pregunta Miguel Paz, de Unicorp. Y los datos le dan la respuesta: no. Por ejemplo, en ese septiembre de 2009 en el que Moodys reafirmó la triple A de España justo antes de que Zapatero compareciera ante el Congreso, la prima de riesgo entre el bono español y el germano cotizaba en 59 puntos básicos y hoy ese diferencial supera los 300. "(Esta cifra) descuenta incluso más diferencias que los dos escalones que habría (entre España y Alemania) tras la rebaja de Moody´s", afirma Miguel Paz. Qué puede impedir el recorte Siempre, eso sí, que el anuncio de elecciones anticipadas no tenga el positivo efecto que la mayoría de analistas se encarga de señalar. "A corto plazo puede que se añada nerviosismo al mercado porque el Gobierno pasa a ser de interinidad y supone un parón para que se generen nuevas medidas pero a medio plazo es positivo porque se adelantan los plazos", afirma Javier Flores, de Dracon Partners. "Abre la posibilidad de que dentro de unos meses tengamos un Gobierno más fuerte siempre que tenga la valentía de llevar a cabo las medidas drásticas que requiere la economía. Si, por ejemplo fuera el PP, que es el que dan como ganador las encuestas ahora, se uniría el mayor poder estatal, municipal y autonómico de los últimos años", asegura Víctor Alvargonzález, de Profim. En todo caso hay que tener en cuenta que será ese nuevo Gobierno el encargado de acometer las medidas estructurales que aún demandan los mercados y que supondrían una relajación de la prima de riesgo. "Se está hablando de que la UE impulsará una nueva batería de ajustes y el coste político de ellas se lo llevará el partido que gane el 20N", asegura Pablo García, de Oddo Securities. Sin embargo, aunque esas medidas persigan el recorte de déficit como su principal objetivo, conviene no olvidar que también es necesario que la economía acompañe. Y para ello, es vital, según explica Alvargonzález, que "se cambie el modelo producto que hasta ahora ha consistido en un Monopoly". Teniendo en cuenta los datos que llegan del resto de países de la periferia será una tarea complicada. De hecho, una de las razones por las que se ha metido a Italia en el saco de los PIIGS es, además de por su deuda, por su leve crecimiento económico -Moody's también le ha advertido de un recorte de rating por este motivo- y ayer el Banco Central de Irlanda revisó a la baja por cuarta vez consecutiva su previsión de crecimiento para Irlanda en 2011, hasta el 0,8 por ciento.