madrid. La intervención de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) por el Banco de España no sólo afectó ayer muy negativamente a toda las entidades financieras españolas que cotizan, que registraron caídas medidas superiores al 3 por ciento (ver página 22). También se dejó sentir muy especialmente en la cotización de las cuotas participativas que la caja mediterránea aún mantiene en el mercado español. Cerraron con una caída del 4,39 por ciento (el viernes ya cerraron con retrocesos superiores al 5 por ciento), hasta los 4,36 euros. Y eso a pesar de que la caja de ahorros ya mostró el jueves, un día antes de que conociera su intervención, que amortizaría dichas cuotas a un precio de 4,77 euros por acción, un 7,8 por ciento por debajo de la cotización a la que cerró ayer. Con esta caída, estos títulos, que son la alternativa que tenían las cajas de ahorros para cotizar en bolsa antes de la reforma, acumulan en el año un retroceso superior al 37 por ciento. La pregunta que parecen hacerse los inversores ahora es: ¿cumplirá la caja con su promesa una vez intervenida? Si se analiza los ejemplos pasados, todo apunta a que sí, ya que lo previsible es que, tal como sucedió con las preferentes emitidas por CajaSur o Caja Castilla La Mancha, también intervenidas, sea el Frob (Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria) quien asuma la amortización.