El fabricante de coches encuentra un socio en el gigante asiáticolondres. La marca de coches británica por excelencia, Aston Martin, más conocida por ser el coche que conduce el agente James Bond quiere aprovechar el impacto que esta teniendo en China Casino Royale, la última película del mítico agente 007 y la primera de la saga que se estrena en el país asiático. "Aston Martin ha estudiado cuidadosamente el crecimiento del mercado de deportivos de lujo en China", explicó ayer en un comunicado el director ejecutivo de Aston Martin, Ulrico Bez, "y para nosotros era vital encontrar el socio idóneo que no sólo conociera a nuestra compañía, sino también el mercado chino". El socio elegido ha sido GruppeM, al que ha concedido dos franquicias y abrirá un escaparate o showrooms en Shanghai y otro en Pekín para exponer sus modelos, cuyos precios oscilan entre las 85.000 libras y las 160.000 que cuesta el último modelo, el DBS, que conduce Bond en Casino Royale. También inaugurará centros de servicios en ambas ciudades. Aston Martin, con 93 años de historia, cuenta con 120 concesionarios en 28 países. El mercado chino de los bienes de lujo es el que más ha crecido en los últimos años y en 2004 ya movía un total del 3.000 millones de libras. Desde entonces ha crecido de forma imparable. Y la marca inglesa quiere aprovecharlo. La firma ha dicho que espera vender 80 coches el primera año y 300 el segundo.