El fabricante alemán, dispuesto a "comerse" a Volkswagen en cualquier momentoberlín. Las cosas van bien para el fabricante alemán de coches deportivos. En los cuatro primeros meses de su ejercicio fiscal, que comenzó en agosto, Porsche ha conseguido aumentar su facturación en un 14,7 por ciento hasta los 2.360 millones de euros. Aún más subieron las ventas de automóviles, que se elevaron en un 18,4 por ciento respecto al mismo periodo de 2006, hasta alcanzar las 30.700 unidades. Todo gracias a los buenos resultados de su nuevo modelo Cayenne, que se está vendiendo mejor de lo esperado. Ante estas cifras, Porsche espera conseguir en 2007/2008 al menos un resultado tan satisfactorio como durante los últimos doce meses. El precio del petróleo, la crisis financiera y la fuerte competencia no asustan a su presidente, Wendelin Wiedeking, que confía en repetir las buenas cifras anuales que pudo presentar ayer en Stuttgart. En el ejercicio que se cerró en agosto, Porsche triplicó su beneficio neto y se situó en los 4.200 millones de euros. Este espectacular incremento está relacionado sobre todo con la participación de Porsche en la automovilística Volkswagen, de la que es accionista mayoritario con un 30,9 por ciento de las acciones. A por Volkswagen Tras la desaparición hace pocas semanas de la "acción de oro" que protegía a Volkswagen de otros inversores, la pregunta ahora es cuanto tardará Porsche en lanzarse a la yugular de Volkswagen para hacerse con la totalidad de sus acciones y absorberla dentro de su nuevo holding. Wiedeking dejó claro que la decisión ahora está en manos de Porsche que "sólo tiene que apretar un botón" para poder merendarse a Volkswagen, pero no habló de plazos ni intenciones concretas. Mientras tanto, trabajadores de Volkswagen siguen luchando por conseguir una mayor representación dentro del nuevo holding en el que cuentan con el mismo número de miembros que Porsche en el comité de empresa, a pesar de tener un porcentaje de trabajadores mucho más elevado.