El objetivo del consorcio es superar el 23,4 por ciento para ser el primer accionistamadrid. Gala Capital no se rinde. El consorcio de capital español no quiere dejar escapar la ocasión para coger el vuelo de Iberia y lanzar una oferta de compra antes de que pase más tiempo. Tras la jugada accionarial de Caja Madrid, que ya controla el 23,4 por ciento de la aerolínea al comprar las participaciones de BBVA y Logista, el valor se ha desplomado en bolsa y las expectativas de muchos accionistas, que pensaban que iban a vender sus acciones a un mínimo de 3,6 euros, se han desvanecido en apenas diez días (ver gráfico). "Es un momento idóneo para lanzar una oferta de compra por la compañía aérea. Aunque Gala Capital ya sabe que algunos accionistas relevantes del núcleo duro no acudirían a su oferta (Caja Madrid, British Airways y Sepi) su nuevo objetivo es obtener una participación superior a la de Caja Madrid para convertirse en el primer accionista del grupo", aseguran fuentes cercanas al proceso. Posición neutral En el caso de que el consorcio liderado por Jaime Bergel y Carlos Tejera lanzara una oferta por la totalidad de las acciones de Iberia, le pediría a Caja Madrid que se pronuncie de manera neutral para no desanimar a los inversores. La entidad presidida por Miguel Blesa no podría calificar la propuesta de amistosa porque tendría la obligación de ir a la oferta y vender sus acciones. Si se declarara hostil, le mandaría un mensaje bastante negativo a los pequeños accionistas. El inconveniente de esta alternativa es que Gala Capital parte con la desventaja de que el 38,5 por ciento del capital no irá a la oferta. Todo ello suponiendo que acuerden venderles las acciones El Corte Ingles, que posee el 2,89 por ciento, y un grupo de cajas que apenas suman entre todas el 1 por ciento. Pero al consorcio le podría ser suficiente con conseguir una participación del 3o por ciento (que es aproximadamente la mitad de las acciones que cotizan libremente en la bolsa). Podría darse un escenario en el que, por ejemplo, el núcleo duro estuviera controlado por accionistas españoles, Caja Madrid, Sepi y Gala Capital, y que entre ellos sumaran entre un 55 y un 60 por ciento del accionariado de Iberia. Control de la independencia Lo que ocurriría en este caso es que no podría haber en los consejos de administración decisiones pactadas entre Caja Madrid y Gala Capital porque se le podría acusar a ambos grupos de actuar en concierto. Si se demostrara y la suma del capital de los dos superara más del 30 por ciento tendrían que lanzar una nueva opa por Iberia. La entidad financiera presidida por Miguel Blesa reiteraba ayer su intención de no superar el 23,4 por ciento que ya controla en la aerolínea española y, por tanto, no lanzar una opa. Fuentes cercanas a Caja Madrid dicen a Europa Press que "no está del todo cómoda con esta situación porque su posición de liderazgo en el accionariado podría ser mal vista desde Bruselas". Mientras que Gala Capital se decide a lanzar o no una opa, tanto ellos como el otro consorcio español interesado por Iberia -y encabezado por Javier Salas, Miguel Zorita y José María Castellano- quieren conocer cuales son las actuales intenciones de los tres socios españoles que se han bajado del grupo que lideraba el fondo de capital riesgo Texas Pacific y la aerolínea British. Se supone que Vista Capital, Inversiones Ibersuizas y Quercus juegan con la ventaja de que ya tienen resuelto el problema de la financiación y podrían incorporarse de manera automática a cualquiera de las dos alternativas españolas. El mercado seguía sin creerse ayer que tras la fuga de Texas y British haya otra oferta por Iberia. Las acciones de la aerolínea cayeron un 2,87 por ciento hasta 3,05 euros.