La operadora transalpina desbloquea su futuro tras resolver su crisis de liderazgomadrid. Telecom Italia ya tiene presidente. La operadora italiana desbloqueó ayer una incómoda situación de provisionalidad en la cúpula de la compañía con el nombramiento de Gabriele Galateri di Genola. El ejecutivo milanés, de 60 años, comparte numerosas afinidades con César Alierta, presidente de Telefónica, y representa la mejor de las opciones para la compañía española. El comité de nombramientos de Mediobanca, controlado por los accionistas de control del holding Telco, también designó que Franco Bernabé (59 años) fuera el consejero delegado, en lugar de Riccardo Ruggiero. Los mercados seguían con atención la crisis de liderazgo del gigante transalpino de las telecomunicaciones, pendiente de una decisión que cumple con la mayoría de los pronósticos. De hecho, tanto Galateri como Bernabé son hombres de la casa. El primero, que sustituye a Pasquale Pistorio, presidió Mediobanca hasta el pasado verano, tras desempeñar puestos de alta responsabilidad en Fiat, Ifil e Ifi. Por su parte, Bernabé también lideró la compañía de telecomunicaciones italiana y comandó los pasos del grupo energético Eni. Hasta el momento, Bernabé llevaba las riendas de Rothschild Europe. Con estos nombramientos,Telecom Italia despeja buena parte de las incertidumbres que atenazaban a la sociedad. Un consejero de la operadora, Tarak Ben Ammar, comparó el panorama del ex monopolio como "Dallas o Dinastía, telenovela que serán aburridas si dura demasiado". Los nuevos líderes de Telecom Italia ponen de manifiesto que Mediobanca lleva la voz cantante en la operadora, erigiéndose en el socio con mayor ascendencia del coloso, pese a que sólo atesora el 10,65 por ciento del consorcio Telco. En ese grupo participan Telefónica, con el 42,3 por ciento; Generali (con el 28,1 por ciento); Intesa-SanPaolo, con el 10,6 por ciento; Mediobanca, con otro 10,6 por ciento, y el grupo Sintonía con el 8,4 ciento restante. El Grupo Telefónica contará en el consejo de Telecom Italia con su más relevante representación, puesto que defenderán los intereses de la multinacional española su presidente, César Alierta, y su número dos, Julio Linares. Alierta ya definió la entrada en la italiana como "la alianza industrial más poderosa del mundo", gracias al "mejor socio" que se podía encontrar.