El Ministerio de Industria encarga al regulador un estudio comparativo en Europamadrid. El Gobierno ha tardado 72 horas en responder a Bruselas respecto a los presuntos precios que padecen los españoles en los servicios de acceso a Internet, en relación con sus vecinos del Viejo Continente. "No existe ningún informe que demuestre que la banda ancha en España sea más cara que en Europa", aseguró ayer Francisco Ros Perán, secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información. Además, para que no vuelva a reproducirse la controversia, el representante del Ministerio de Industria anunció el urgente encargo, a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), de "un riguroso estudio sobre la situación de costes, precios y tarifas en Españ", y la comparativa que pueda hacer el regulador con el resto de países europeos. Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, abrió el pasado lunes la caja de los truenos entre el sector de suministradores de banda ancha. Kroes afirmaba ese día que el mercado español es un 20 por ciento más caro que la media de la Unión Europea, debido al proteccionismo y la escasa competencia. Francisco Ros replicó ayer con contundencia al afirmar que las referidas declaraciones demuestran "un desconocimiento absoluto de la realidad española", puesto que en el mercado español no hay ningún operador en el que el Estado tenga participación.