Varios titulares de tarjetas denuncian retrasos en la reposición de plásticosmadrid. Algo falla en la filial española de American Express, la compañía especializada en la emisión de tarjetas de crédito. Sobre todo, en lo que concierne al servicio de atención al cliente. La entidad que preside Jorge Gil Lozano incumple los plazos que promete en la reposición de los plásticos que emite, según se desprende de varias denuncias cursadas a elEconomista por los clientes. Y para muestra, un botón. "Me dijeron que en un par de días me podría pasar a recoger mi nueva tarjeta a la sede central de Madrid. Sin embargo, cuando me personé en el sitio me contestaron que no había ningún plástico para mi", relata un perjudicado a este periódico. Tras muchas conversaciones inútiles a través del teléfono, el titular de la tarjeta explicó que la recibió a la semana de haberla solicitada, con el consecuente perjuicio económico. Pero este calvario no acabó aquí. En una de esas conversaciones, cuando por fin tuvo la tarjeta de crédito en su poder, desde la entidad una operadora le confesó que la tarjeta sí se encontraba el día que le citaron para recogerla. El afectado no daba crédito a la situación. Aunque pudiera parecer un hecho aislado, las quejas contra el cuarto mayor emisor de tarjetas de crédito del mundo por la mala calidad del servicio crecen como las setas, debido a que se incumplen los plazos previamente prometidos. Fuentes oficiales de American Express mostraron ayer su "extrañeza" por estos retrasos en las tarjetas de remplazo y afirmaron que apenas "el 1 por ciento de la clientela hace reclamaciones a la entidad" por este concepto, aunque omitieron dar el dato concreto de titulares con quejas. Pero no son las únicas denuncias. Otro cliente explica cómo le bloquearon la tarjeta, sin avisarle, ante un consumo más elevado de lo normal: "¿Qué suelen avisar al cliente? He mirado todas las llamadas al fijo y al móvil y sólo salen las de los familiares", afirma la víctima. La entidad que preside Jorge Gil Lozano tiene un call center en el que trabajan un millar de personas. Prácticamente toda la atención al cliente es través del teléfono e Internet.