La cadena, que está en concurso, presenta un ERE para el 35% de su plantilla MADRID. Nuevo golpe al sector de los electrodomésticos, incapaz de hacer frente al parón del consumo y la agresiva política de precios de la cadena alemana Media Markt. Después de entrar el pasado 23 de mayo en concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a su deuda -presentó un pasivo de 260 millones de euros- la cadena catalana Miró ha comunicado a sus trabajadores la presentación de un Expendiente de Regulación de Empleo (ERE), que supondrá la salida de 500 trabajadores, el 35 por ciento del total de la plantilla, que se eleva a 1.442 personas. La compañía, que había anunciado en un principio su intención de no cerrar ningua tienda, se verá obligada finalmente a reducir un 38 por ciento su red y clausurar 53 de los 134 locales con los que cuenta en la actualidad. Y no sólo es eso porque el plan de ajuste podría afectar también a los centros logísticos de Martorell (Barcelona) y Pinto (Madrid). Según explican fuentes sindicales y al igual que han hecho anteriormente otras empresas del sector, antes del cierre se intentará, en cualquier caso, la venta de los locales a otras cadenas para intentar mantener el máximo nivel de empleo posible, algo que parece de todos modos muy complicado. Quita del 50% de la deuda La empresa tiene la intención asimismo de presentar en los próximos meses un convenio a sus más de 500 acreedores que supondría una quita del 50 por ciento de la deuda, pagando el resto en tres anualidades. Todo ello teniendo en cuenta un severa caída de las ventas ante el fuerte parón de la demanda. Su previsión es facturar el próximo ejercicio 210 millones de euros, lo que supondría un 42 por ciento menos respecto a los 365 millones de euros que alcanzó el año pasado. La empresa va a intentar renegociar también los contratos de alquiler que se están pagando, y que se firmaron, en la mayoría de los casos, entre 2004 y 2005, cuando las condiciones del mercado eran muy distintas a las actuales.