El supervisor rechaza ampliar el plazo para que las cajas se recapitalicensantander. El Banco de España echó ayer un capote al sector financiero y atacó al Gobierno por su actuación en la gestión de la crisis. Aunque no exculpó del todo a la banca, el subgobernador, Javier Aríztegui, atacó al Ejecutivo de sembrar un "debate estéril" sobre la responsabilidad de las entidades en la crisis porque, a su juicio, "no está centrado" en las medidas para salir de esta situación. En los últimos días distintos miembros del Gobierno han elevado el tono de sus críticas contra la banca, haciendo a este sector prácticamente único responsable de la del paro actual. Además, el jueves la Fiscalía del Estado, dependiente del Gobierno, anunció una denuncia preventiva contra la familia Botín por presunta evasión fiscal. Aríztegui aseguró que el sector ya ha reconocido su parte de responsabilidad por los excesos cometidos en el pasado al haber llevado a cabo un proceso de reestructuración y saneamiento de los balances y quiso matizar que la culpabilidad forma parte de los elementos judiciales o religiosos, no en los económicos, por lo que en todo caso los bancos serían responsables y no culpables de la incertidumbre y recesión actual. Desde hace varios meses, el Banco de España ha instado al Gobierno a poner en marcha distintas reformas estructurales. Una de las más importantes es un cambio profundo en la regulación laboral y de los convenios colectivos. En su opinión, favorecería una mayor estabilización del sector financiero con el objetivo de que se active el flujo del crédito. Ante tanta inestabilidad, las cajas tendrán que elevar sus niveles de capital y están buscando las fórmulas para captar fondos. Algunas de ellas reclamaron al supervisor una flexibilización en los plazos, que terminan en septiembre y que se pueden prolongar hasta diciembre y, en el caso de las salidas a bolsa, hasta marzo de 2012. Aríztegui fue claro en la respuesta y señaló que la ley no permite un aumento en los periodos de recapitalización, por lo que animó a las entidades a cerrar este proceso después del verano. Matizó que sólo las entidades podrán optar a una prórroga hasta finales de año siempre y cuando hayan tenido problemas burocráticos o técnicos, pero no por cuestiones de valoración o imposibilidad de encontrar inversores privados. "Confío en que entremos en otoño con todos los deberes cumplidos", manifestó Aríztegui. Tasación en los rescates Las cajas que no hayan conseguido los fondos recibirán ayudas públicas en forma de capital y el Frob se sentará en sus órganos de decisión. En la actualidad, hay cuatro grupos -CatalunyaCaixa, CAM, Novacaixagalicia y Unnim- que han apelado ya a este recurso. El Frob está valorando sus activos para determinar la participación en estas entidades en función del dinero que finalmente tenga que destinar antes del 30 de septiembre. Aríztegui anunció que el precio oscilará entre un 15 por ciento por arriba y un 15 por ciento por debajo de la tasación que realicen los tres expertos independientes que se han contratado para este trabajo. El subgobernador confió en que Bankia y Banca Cívica puedan salir al mercado en el plazo de un mes y adelantó que la fusión de Unicaja con Duero y España podría recibir ayudas públicas en función de la estimación de las sinergias que se fijen en el plan de la operación. Está previsto que la próxima semana, la CNMV apruebe los folletos de colocación de Bankia y Banca Cívica. El regulador insistió ayer en que estos grupos tendrán sacar al mercado, al menos, un 25 por ciento del capital. Eso sí, el vicepresidente de este organismo, Fernando Restoy, afirmó que este porcentaje podría ser "algo inferior" si se cumplen los requisitos de fluidez en la negociación de los activos y un nivel de capitalización bursátil. No podrá ser inferior, en todo caso, al 20 por ciento.