MADRID. A priori, puede llamar la atención que Renfe Operadora lance una campaña de verano un 16 de junio (¡tan tarde!) para captar clientes de AVE y Larga Distancia, pero tiene una explicación lógica: entre el 65 y el 70 por ciento de los billetes de estos trenes se venden en la última semana. La compañía quiere mejorar la ocupación media de este negocio, que alcanza el 65 por ciento, con una agresiva campaña de captación de clientes. Para ello lanzará un millón y medio de plazas hasta septiembre con descuentos del 60, el 50 y el 40 por ciento, según anunció ayer Cecilio López-Comino, director de AVE. Esta política de tarifas será una solución temporal hasta que Renfe decida como aplicará el sistema de yield management a sus precios. Como ya informó elEconomista, este método es el mismo que utilizan las aerolíneas y se basa en la flexibilidad de venta de los billetes en función de la demanda. De esta manera, Renfe Operadora tendría que cambiar radicalmente su política, ya que, por poner un ejemplo, en las aerolíneas se puede comprar un billete con casi un año de antelación, mientras que en el AVE sólo se puede adquirir con 60 días.