La constructora, con Sidney, demostró saber sacar jugo a estas operacionesmadrid. Mañana no termina el rosario de negociaciones que está llevando a cabo Ferrovial con las autoridades británicas. Y no sólo porque la decisión definitiva de la CAA se conocerá el 31 de marzo de 2008, sino porque la constructora tiene otro serio debate pendiente: la acusación de monopolio en Londres y Escocia que ha vertido contra BAA la Oficina del Consumidor británica (OFT).Este organismo y algunas aerolíneas consideran que, para mejorar el funcionamiento del cielo británico, Ferrovial debería desprenderse de algún aeródromo, ya que así se incentivaría la competencia. Una solución que la Comisión de Competencia no termina de ver clara.En el informe que presentó el pasado mes de septiembre, reconoció estar debatiéndose entre las dos posibilidades. Una duda que no resolverá hasta finales de 2009, cuando emita su veredicto. Pero Ferrovial tendrá la posibilidad de recurrir esta sentencia ante el Tribunal de Apelaciones de la Competencia, ante la CAA e, incluso, ante el Gobierno británico.Un calendario que alarga hasta 2010 la decisión definitiva. Es decir, en el supuesto de que el grupo español se vea obligado a tener que vender algún aeródromo, este proceso tardará todavía cuatro años en llegar.Tiempo más que suficiente para que Ferrovial haga rentable la operación. De hecho, el grupo ya ha demostrado ser un experto en sacar jugosas plusvalías con la venta de sus aeródromos en una plazo de cinco años.Quizás el ejemplo más paradigmático sea el aeródromo australiano de Sidney. Adquirido en junio de 2002, la constructora ha vendido su participación del 20 por ciento este año con unas plusvalías de 474,8 millones de euros.Unas jugosas ganancias que ha conseguido aplicando su famosa teoría de gestionar ebitdas (beneficio bruto operativo). De hecho, durante los cinco años que esta infraestructura perteneció a la cartera de Ferrovial, dio siempre pérdidas.Al grupo no le interesaba ofrecer una foto bonita del beneficio, sino ir mejorando el aeródromo con la vista puesta en su futura venta... pero a un precio mucho más elevado. Como ha hecho. La misma jugada podría repetir en Gatwick si le obligan a venderlo. Tiempo y experiencia ya tiene.