El grupo en el que participa el millonario español Daniel Maté se plantea una oferta de 19.500 millones por ENRCMADRID. El gigante de las materias primas Glencore participado por el millonario español Daniel Maté estudia lanzar una opa (oferta pública de adquisición) por 12.000 millones de libras (aproximadamente 19.500 millones de euros) para tomar el control de la compañía minera kazaja Eurasian Natural Resources Corporation (ENRC), que está inmersa en una batalla en su consejo según publica el rotativo británico Sunday Times. El diario, que cita una fuente con conocimiento de las discusiones, asegura que el presidente ejecutivo de Glencore, Ivan Glasenberg, habría mantenido conversaciones en las últimas semanas con tres de los principales accionistas y fundadores de ENRC: en concreto Alexander Mashkevitch, Chodiev Patokh y Ibragimov Alijan. Conocidos como El Trío, entre ellos poseen casi el 45 por ciento de la compañía (14,59 por ciento cada uno), lo que les pemite controlar cualquier movimiento no deseado. "Ambas partes quieren hacerlo", informó el diario citando una fuente no identificada. "Volverán a reunirse en las próximas semanas", añade, tras hacer números para valorar si la oferta sería atractiva o no. Glencore es el mayor operador de materias primas del mundo y también habría mantenido conversaciones sobre un posible acuerdo con el Gobierno de Kazajstán, que posee el 12 por ciento de ENRC. El reparto accionarial del grupo se completa con aproximadamente un free float no superior al 20 por ciento del total del capital. La noticia ha sido recibida con escepticismo desde algunos ámbitos de la industria, que piensan que es demasiado pronto para que Glencore estudie seriamente la posibilidad de un movimiento tan complicado en una empresa tan grande como ENRC, ya que hubiera tenido que revelar los planes en su folleto de cotización. Otro problema es el dinero, ya que tendría que buscar financiación externa puesto que su salida a bolsa le impide emitir acciones nuevas en los próximos seis meses. Algunos analistas creen que la idea de Glencore no sería una compra definitiva, sino tomar una participación significativa en el grupo minero de Kazajstán.