valencia. Las cuentas siguen sin salirle en el negocio de la porcelana a la familia Lladró, actividad que en mayo pasó a controlar Juan Lladró, tanto en el capital como en la gestión, tras el reparto de las inversiones del grupo con sus hermanos José y Vicente. La crisis que acumula la compañía desde 2004, lejos de despejarse, está dejando pérdidas cada vez más abultadas, que fueron de 12 millones en Lladró Comercial; 9,5 millones, en Porcelanas Lladró; y de 1,8, en Arte y Porcelana, según los últimos datos del Registro Mercantil, correspondientes a 2006.La necesidad de limitar producción y absorber stock ha llevado a Lladró a iniciar las negociaciones con los sindicatos para abordar dos nuevos expedientes de regulación de empleo para 2008 y 2009. La propuesta inicial contempla el despido de los alrededor de sus 900 trabajadores durante 70 días el próximo año, y durante 25 jornadas en 2009. A esta negociación llega tras tres años de ERE vigentes con 56 días de suspensión de empleo en 2005; 75, en 2006; y 35, este año. El plan de viabilidad con el que trabaja el grupo desde 2005, puesto en marcha por un ejecutivo externo que salió de la empresa en junio, contemplaba la vuelta a beneficios el próximo año.