Madrid. Al nuevo presidente de Telefónica de España, Luis Lada, no podían haberle recibido con una noticia peor. El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) ha recomendado al Ministerio de Economía que no apruebe la operación de entrada de Telefónica en el capital de Iberbanda, la empresa de acceso a Internet vía radio que controlan, entre otros, El Corte Inglés y el Grupo Prisa. Aunque el Gobierno tiene la última palabra, que deberá dar a conocer antes de que transcurra un mes, desde Economía comentan que sería la primera vez que su decisión no coincide con la recomendación de Competencia. Esto significa que Telefónica, en principio, puede irse despidiendo de llevar Internet a todas las zonas rurales por sus propios medios y que además se descuelga de la futura tecnología WiMax. Telefónica tenía muchas dudas de que la operación saliese adelante, porque lleva años intentando hacerse con una licencia para operar frecuencias como las que tiene en su poder Iberbanda (banda de 3,5 Ghz). Para El Corte Inglés y Prisa, el interés histórico de Telefónica era la excusa perfecta para salir de una compañía y un negocio que ya no les interesa ni les ha dado las alegría que preveían cuando se hicieron por concurso con la licencia y las frecuencias en marzo del año 2000. Hasta seis grupos resultaron adjudicatarios de frecuencias para dar servicio en el último tramo de la red de telefonía, el que llega hasta el domicilio del cliente. Telefónica se presentó al concurso pero se fue con las manos vacías al considerarse entonces que si entrada en esta fórmula de acceso al cliente suponía cortar de raíz las posibilidades del resto de adjudicatarios, que ni contaban ni cuentan con la red capilarizada de Telefónica ni con su maquinaria comercial y de cruce de negocios. Cómo está el sector Han pasado cerca de seis años y el negocio que generan las compañías que mantienen una de aquellas licencias no supera el 2% de la facturación anual del sector de las telecomunicaciones. De los seis operadores que resultaron adjudicatarios quedan tres y dos de ellos sobreviven gracias a que compaginan este negocio con otras fórmulas para dar servicio telefónico. El más fuerte de todos es Neo-Sky, cuyo capital está casi totalmente en manos de Iberdrola. La apuesta de la eléctrica por ofrecer un abanico de servicios que incluya las telecomunicaciones le ha servido a NeoSky para hacerse con la gestión de los clientes de telefonía de Iberdrola.La otra licencia está en manos de Aló, una compañía que lleva meses buscando un socio para relanzar su negocio y que aparentemente, está desapareciendo en silencio. Sin embargo estas compañías se han encontrado con un activo cuyo valor se ha disparado en los últimos meses. Sus frecuencias han sido probadas para dar Internet y mantener el servicio cuando el usuario se desplaza y además empiezan a mostrarse como la clave cruce entre telefonía fija y la móvil. Telefónica, que no quiere quedarse fuera de este negocio, ha vuelto a intentarlo con Iberbanda, guiñándole un ojo a Competencia con la compra del 45% del capital. Ése era el pacto con El Corte Inglés, Prisa y la sociedad de capital riesgo de Alicia Koplowitz Omega Capital. Una vez dentro ya se ve. Sin embargo estas compañías se han encontrado con un activo cuyo valor se ha disparado en los últimos meses. Sus frecuencias han sido probadas para dar Internet y mantener el servicio cuando el usuario se desplaza y además empiezan a mostrarse como la clave cruce entre telefonía fija y la móvil. Sin embargo estas compañías se han encontrado con un activo cuyo valor se ha disparado en los últimos meses. Sus frecuencias han sido probadas para dar Internet y mantener el servicio cuando el usuario se desplaza y además empiezan a mostrarse como la clave cruce entre telefonía fija y la móvil.