El aumento de costes, sobre todo salariales, resta ventajas al país asiáticovalencia. China ya no es lo que era y algunas empresas manufactureras españolas empiezan a plantearse volver a fabricar en casa. Es el caso de Industrial Juguetera (Injusa), que después de ocho años fabricando parte de sus productos en la provincia de Dongguan, la gran proveedora mundial de juguetes, ha decidido desplazar toda su producción a sus fábricas de Ibi (Alicante), en la zona conocida como valle del juguete español. "Debido al incremento del coste de las materias primas y los costes salariales, llegamos a la conclusión de que con casi el mismo margen éramos capaces de hacerlo nosotros", ha explicado a elEconomista el director general de esta empresa familiar, Luis Berbegal Pina. Injusa está especializada en vehículos montables eléctricos, triciclos y bicicletas. En los últimos años fabricaba en Chanping (provincia de Dongguan) hasta el 30 por ciento de su producción, pero mantuvo operativas las plantas de Ibi. La empresa alicantina tenía en China una empresa conjunta con un socio local, al que ahora le ha vendido su participación. La provincia de Dongguan sufrió una crisis a finales de 2008 que provocó el cierre de varias fábricas y u-na reacción social que se tradujo en un auge del poder de los sindicatos, que exigían más derechos laborales. Según Berbegal, "los salarios se han duplicado en tres años, el plástico cuesta igual que en todo el mundo, la luz es incluso más cara porque allí hay cortes y el transporte también ha subido por el alza del petróleo". Además, la caída del comercio mundial ha provocado una disminución del número de contenedores que se mueven, lo que encarece el transporte, según el director general de Injusa. La consecuencia la resume Berbegal en una frase: "Si me voy a China es para comprar a 10 y vender a 30, porque si es para comprar a 20 y vender a 30, eso lo sé hacer aquí". Inversión en maquinaria La salida de China no es la única que ha realizado Injusa. Hace tres años abandonó la fabricación en México también porque el ahorro de costes y el margen de beneficios no le compensaban la lejanía del control de la producción. La concentración de la producción en Ibi ha llevado a la empresa a planificar una inversión "a tres o cuatro años" que ascenderá a unos 4 millones de euros, a razón de 1,2 millones anuales. El motivo es que "los márgenes aquí no son los mismos que en China", aunque allí hayan subido, y es necesario reducir costes. La inversión se destinará a "automatizar todos los procesos para abaratar la producción", según el director general de la firma, de manera que no aumentará la plantilla, que ahora mismo es de 96 personas. Según Berbegal, "lo que sí se crearán son puestos más cualificados porque habrá más tecnología", por lo que habrá cierta renovación en la plantilla. Luis Berbegal se muestra "contento" con su decisión porque no ha perjudicado a las ventas, que han aumentado. Cree que otras empresas jugueteras que fabrican en China seguirán o están siguiendo ya el mismo camino que Injusa, aunque "para volver a España hay que tener una fábrica, como nosotros, que nunca dejamos de producir aquí", afirma, en alusión a las empresas que sólo diseñan y encargan la producción en el extranjero.