El texto fue aprobado con 32 votos a favor, ninguno en contra y una abstención madrid. El Congreso de los Diputados aprobó ayer la remisión al Senado del proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, con el que el Gobierno quiere sustituir antes de 2018 las bolsas comerciales de un solo uso de plástico no biodegradable. El texto del proyecto de ley fue aprobado con 32 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, en el marco de la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, que tenía competencia legislativa plena para remitirlo después a la Cámara Alta. Este proyecto ya superó el pasado mes de abril su primer gran trámite en el Congreso. El texto, que traspasará la normativa europea y actualizará la legislación española después de una década tras la primera Ley de Residuos, establece que habrá que sustituir el 60 por ciento de las bolsas de plástico para el año 2013; el 70 por ciento antes de 2015 y, antes de 2016, el 80 por ciento. El objetivo que marca el Ejecutivo es conseguir que para 2018 se haya sustituido el 100 por cien de las bolsas, con excepción de las que se usen para contener pescados, carnes u otros alimentos perecederos. Descontento general La Ley de Residuos y Suelos Contaminados no termina de convencer. El director general de Ecovidrio, Javier Puig de la Bellacasa, aseguró que: "Desde Ecovidrio se han propuesto mejoras a las enmiendas". Entre ellas, destacó la definición de residuo doméstico. "Ecovidrio apuesta por incluir, no sólo aquellos generados en los hogares como consecuencia de las actividades domésticas, sino también los residuos de envases susceptibles de uso doméstico", ratificó Puig de la Bellacasa. Por otro lado, los puntos que preocupan a Ecoembes tienen relación con el artículo 31.3 (que cambia el régimen jurídico de los sistemas colectivos). En su opinión, tendrían que constituirse como asociaciones con representación de cada miembro proporcional a su cuota de mercado. Por su parte, Antonio Barrón, director de empresas adheridas y comunicación de Ecoembes, aseguró que, entre otras cuestiones, la asociación tendría que partir de cero con 12.200 empresas, y con el nuevo sistema, 40 de ellas tendrían más del 50 por ciento de cuota de los envases puestos en el mercado, con lo que tendrían capacidad de decisión. Además, "las asociaciones que hoy son accionistas de Ecoembes, y que representan los intereses de muchas medianas y pequeñas empresas, no podrían estar en el accionariado". Y por último, Barrón añadió que "la nueva figura jurídica sería menos transparente que hoy Ecoembes, pues a diferencia de una sociedad anónima (como es Ecoembes) las asociaciones no están sometidas a controles exhaustivos en materia de auditoría, cuentas y control patrimonial".