La compañía prepara el camino para fortalecerse en las islas británicasmadrid. Y si de aeropuertos se trata, la empresa española Ferrovial también tiene algo que añadir. A través de su filial británica BAA, ha vendido la participación que tenía en seis aeropuertos de Australia a la empresa local Hastings Fund Managementy Limited por un importe de 495 millones de euros. La operación supone el 19,8 por ciento que tiene el grupo presidido por Rafel del Pinto en los aeropuertos de Melbourne y Launceston, el 15 por ciento del de Perth, y el 10 por ciento de Northern Territory, sociedad a su vez titular de los aeropuertos de Darwin, Alice Springs y Tennant Creek. El grupo de construcción y servicios enmarcó la operación en la estrategia de BAA de desprenderse de activos no estratégicos localizados fuera del Reino Unido, además destinará el importe obtenido a sufragar la deuda que asumió para comprar BAA. Ferrovial anunció también recientemente que prepara una alternativa de financiación para el caso de que, finalmente, tenga que retrasar la emisión de bonos de unos 12.900 millones de euros que tiene prevista para refinanciar la deuda de BAA y atender sus necesidades de inversión. La marcha de la negociación sobre las tarifas de los aeropuertos británicos y las condiciones de los mercados financieros son los principales factores que pueden provocar este aplazamiento. Nuevas ventasPero aún así, el grupo de construcción última otra desinversión, la venta del 50 por ciento que BAA tiene en Airport Property Partnership (APP), sociedad titular de almacenes logísticos y oficinas en los alrededores de varios aeropuertos británicos. Todas estas desinversiones se suman a las ya cerradas, las de los aeropuertos de Bristol, Sydney y Budapest y, ya fuera del negocio aeroportuario, la de la división inmobiliaria y su participación en Europistas. A todo esto se suma que durante el primer semestre del año Ferrovial vendió el 20,9 por ciento que tenía en el aeropuerto de Sidney a Macquarie por un precio de 607 millones de euros, y también la del 75 por ciento que tenía en el aeródromo de Budapest.